Desplazado de todo círculo de poder a nivel nacional, el ex Secretario de Seguridad hizo pie en PBA. Si bien en diciembre dejará de ser senador, es número puesto para trabajar en el equipo de Axel

Sergio Berni, cristinista de pura cepa, nunca tuvo empatía con Alberto Fernández. De hecho, prácticamente no trabajaron juntos. Está afuera de cualquier conversación para el futuro gabinete nacional, y ni siquiera se lo nombra en los circuitos de poder del albertismo. 

“No es de los nuestros”, dijo un allegado a AF, ante la consulta de quién sería el Ministro de Seguridad, y si esa cartera mantendrá el manejo de las fuerzas federales. O dependerá de Interior, como ya sucedió durante parte del kirchnerismo.

Berni dejará de ser senador bonaerense el 10 de diciembre, y de ese modo, debería volver a su casa en términos políticos. Pero desde el día uno de la victoria de Axel en Buenos Aires, se lo nombra para ser su Ministro de Seguridad.

Alrededor de Berni, se desmiente todo. Incluso, se llegó a decir que su única aspiración era recuperar su jerarquía en la estructura de las Fuerzas Armadas, para concluir con su carrera. Se sabe: el ex secretario es militar, médico y abogado. Su pareja, Alejandra Propato, será legisladora provincial por la Segunda en el recambio de mando.

Pero lo concreto es que el nombre está en la carpeta que tiene Carlos Bianco, la mano derecha de Axel y el arquitecto de su gabinete. Dueño del ya famoso Clío, este hombre es la persona más cercana al gobernador electo, y quien controlará todos los soportes del poder; y de la administración provincial.

Berni también mantiene una relación de cercanía con Máximo Kirchner. Obvio, no es un dato menor. En sigilo, y fiel al dogma que la influencia se ejerce con perfil bajo, el diputado avanza a pie fie en negociaciones de todo tipo, pero básicamente en terreno bonaerense. 

Máximo no tendrá poder de veto en la designación de los ministros, ni nada que se le parezca, pero sí una determinante influencia en algunas áreas clave. De hecho, ya mantuvo reuniones vinculadas con la transición bonaerense. Y Seguridad parece ser un aspecto que seduce al hijo de la ex presidenta.

No es casual, que en una entrevista con Viviana Canosa, el controvertido ex secretario de Seguridad nacional, haya dicho que ve a Máximo y a Axel como futuros presidentes.

Máximo también mantiene su histórica línea directa con Wado De Pedro, hoy hombre muy cercano a Alberto, quien seguramente integrará su gabinete nacional. Su pareja, la diputada Luana Volnovich, también suena como nombre puesto en la primera línea del armado nacional.

No está claro si en Buenos Aires Justicia volverá a formar parte de Seguridad, como alguna vez sucedió durante la Era Scioli, pero lo más probable es que ambas carteras mantengan su autonomía. Para una de ellas, el nombre de Sergio Berni, está en carpeta. Es una sorprendente apuesta de Kiciloff.