El expresidente Mauricio Macri, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta y su vicejefe Diego Santilli salieron en defensa de la titular de la Coalición Cívica y cofundadora de Cambiemos, Elisa Carrió.
Ayer se solicitó ante la justicia que la titular de la Coalición Cívica y exdiputada nacional Elisa Carrió preste declaración indagatoria en la causa que investiga el supuesto espionaje ilegal en la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante la gestión de Mauricio Macri.
Anoche, Macri escribió en su cuenta de Twitter: “una vez más vemos que Cristina y sus abogados persiguen judicialmente a opositores. Ahora a Lilita, que con valentía se atrevió a denunciar actos de corrupción y a quien acompaño y respaldo“.
En tanto, Santilli expresó también a través de la red social su “solidaridad” con Carrió y agregó: “siempre voy a estar del lado de alguien que además de ser un ejemplo de honestidad, ha luchado con enorme valentía y transparencia por la República”.
Hoy por la mañana, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, también se solidarizó con la cofundadora de Cambiemos y expresó a través de Twitter: “toda mi solidaridad con @elisacarrio frente a este pedido de indagatoria. Sé de su honestidad, de su incansable lucha por la transparencia y por el bien de la República. La acompañamos, como siempre”.
Las declaraciones de los integrantes de Juntos por el Cambio se sumaron a la de los diputados y dirigentes de la Coalición Cívica que ayer se pronunciaron en el mismo sentido.
Los abogados Alejandro Rúa y Graciana Peñafort solicitaron que Carrió sea citada en la causa tras acusarla de intentar cubrir a la banda del espía detenido Marcelo D‘Alessio.
El pedido lo hicieron ante el juez federal de Lomas de Zamora, Juan Pablo Auge, quien investiga, entre otros temas, el supuesto espionaje llevado adelante durante el gobierno de Mauricio Macri a exfuncionarios kirchneristas que estuvieron detenidos en el penal de Ezeiza y a sus respectivos entornos, incluidos sus abogados defensores.
Según los abogados, Carrió se habría nutrido de escuchas ilegales que se hicieron a dirigentes políticos desde la AFI para intentar frenar el avance de la causa sobre espionaje que tramita en el juzgado de Dolores.