La reunión del Mercosur se tensó luego de la discusión entre el presidente Alberto Fernández y su par uruguayo Luis Lacalle Pou, que también incluyó al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

El encuentro virtual de presidentes del Mercosur, para celebrar los 30 años de su creación se transformó en un tenso de debate de ideas y posicionamientos ideológicos sobre los desafíos que enfrentará la región en el futuro.

El punto de discordia fue la flexibilización del bloque. Brasil propuso una reducción de aranceles, el uruguayo Luis Lacalle Pou acompañó y el argentino Alberto Fernández contestó visiblemente ofuscado.

Obviamente que el Mercosur pesa, obviamente que su producción pesa en el concierto internacional, lo que no debe y no puede ser es que sea un lastre”, sostuvo el uruguayo Lacalle Pou.

Alberto Fernández no lo dejó pasar. “Si nos hemos convertido en una carga lo lamento, no queríamos ser una carga para nadie. Una carga es algo que hace que a uno lo tiren de un barco y lo más fácil es bajarse del barco si la carga pesa mucho”.

Y agregó: Terminemos con esas ideas que ayudan tan poco a la unidad. No queremos ser lastre de nadie, si somos un lastre, que tomen otro barco, pero lastre no somos de nadie. Para mi es un honor ser parte del Mercosur”.

El presidente argentino insistió en que “la inserción del Mercosur en la economía global debe darse en favor de nuestros sectores productivos y no en su contra”; mientras que su par brasileño, Jair Bolsonaro, defendió su postura de avanzar con una rebaja del 10% para las importaciones extrazona.

“Sería muy difícil tener una mirada idéntica sobre plazos y prioridades de nuestra agenda externa. Por ello es preciso partir desde una visión pragmática que nos permita consensuar una agenda común”, remarcó Fernández.

Agregó que el bloque tiene la responsabilidad de desarrollar políticas conjuntas de desarrollo de ventajas competitivas que sirvan para distribuir equitativamente las ventajas de la integración regional entre los socios.

“El Mercosur necesita redoblar esfuerzos para alcanzar resultados satisfactorios en otras cuestiones centrales, como el perfeccionamiento del arancel externo común (AEC) y la coordinación de políticas macroeconómicas, para continuar avanzando hacia el concepto de mercado común al que se aspiraba en 1991”, señaló el Presidente.

Fernández recordó que los cuatros país que componen el bloque se actualmente trabajando en la revisión del Arancel Externo Común (AEC), con vistas a impulsar la competitividad del bloque y una mayor integración a las cadenas regionales y globales de valor, tal como fue informado en el Comunicado Conjunto del 16 de diciembre pasado.

Y agregó: “Preferimos continuar con la metodología con la que viene trabajando el Grupo ad-hoc sobre la materia. En la reunión del GMC del 22 de abril próximo trabajaremos sobre ésta y otras cuestiones solicitadas con la presencia de nuestros Cancilleres”.

Al tomar la palabra el presidente de Brasil Jair Bolsonaro , celebró el encuentro que mantendrán los cancilleres e hizo hincapié en defender la modernización del Mercosur. “Defendemos la modernización del Bloque, como la actualización de las tasas arancelarias externas. A Brasil le gustaría destacar la importancia que la reunión que los cancilleres van a realizar en abril en materia de revisión de las tasas y aranceles propuesto por Brasil”, aseveró.,

Bolsonaro llamó a ser parte de la llamada “cuarta revolución industrial” y dijo que para eso hay que redoblar los esfuerzos en las negociaciones externas. “Queremos celeridad y concentrar nuestro trabajo en generar inversiones externas que puedan generar trabajo, empleo y renta. Deseamos que nuestras economías puedan participar aún más de las nuevas cadenas regionales y mundiales de valor, especialmente en este momento cuando necesitamos superar con urgencia los grandes daños ocasionados por la pandemia”, insistió el presidente de Brasil.

Mientras Brasil defiende flexibilizar el Mercosur para que cada país pueda negociar acuerdos comerciales con otros países de forma independiente y propone “una reducción gradual” del arancel externo común “para mejorar la competitividad” del bloque; Argentina busca cuidar a la industria nacional del ingreso de productos importados a bajo precio en momentos donde la situación económica se encuentra fuertemente golpeada por el cierre de fábricas y la falta de empleo.