Anunció una reforma judicial y anticipó que habrá un nuevo rol para los agentes de inteligencia y que pedirá desclasificar testimonios de la causa AMIA.

Hizo referencia a la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia que dispuso el Ejecutivo luego de que asumiera Fernández: “Terminamos con el oscurantismo que imperó en estos años. Pusimos fin a la norma que tornó severo al financiamiento del organismo. Ahora, como consecuencia de esas medidas, más del 90% del dinero que el gobierno anterior había declarado como fondos reservados se han transparentando y vuelto a hacer públicos”.

Y luego, ante el aplausos de los presentes, señaló: “Queriendo reponer el orden que se ha pedido, dictaré un DNU que modifique la ley de inteligencia impidiendo a los organismos de inteligencia y sus miembros realizar tareas represivas, poseer facultades compulsivas, cumplir funciones policiales o realizar tareas de investigación criminal como auxiliares de la justicia. No habrá excepción alguna que quiebre esa resolución”.

Sobre el atentado a la AMIA, pero también relacionado con los agentes de inteligencia, anticipó: “Ordenaré a la AFI desclasificar los testimonios secretos brindados por agentes de inteligencia en los juicios en los que fuera investigado el hecho y la responsabilidad de los funcionarios del Estado en el encubrimiento. Lo mismo haremos con toda documentación reservada que exista en el organismo”.

Luego avanzó sobre el proyecto para reformar la Justicia Federal, que será impulsado “en los próximos días”. “Vengo a asumir un compromiso que jamás quebraré: en este tiempo de la Argentina en el que nos toca gobernar, venimos a ponerle fin a la designación de jueces amigos, a la manipulación judicial, a la utilización política de la Justicia y al nombramiento de jueces dependientes de poderes inconfesables de cualquier naturaleza”.

De esa forma anunció la creación de un nuevo fuero federal penal “que unificará a fueros penales que hoy tienen jurisdicción en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

 “De la mano de la puesta en marcha del nuevo sistema acusatorio penal, vamos a impulsar un fortalecimiento de toda la actuación de la Justicia Federal penal en las zonas más críticas, donde el crimen organizado ha logrado desarrollarse a través del narcotráfico”, señaló, con especial hincapié en la zona de la ciudad de Rosario y Santa Fe.

Ese reordenamiento, que tendrá “un profundo sentido federal”, indicó, “consolida por un lado la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires en su justicia penal local y aumenta la actuación de jueces y fiscales en la zona de Rosario y Santa Fe”. Allí, el Gobierno impulsará la creación de una nueva sala y una Secretaría de Narcotráfico en la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario y la creación de nuevos cargos auxiliares fiscales y asistentes fiscales bajo la órbita de un coordinador del distrito.

 “Debemos optimizar el funcionamiento de la Corte Suprema de Justicia, repensar el alcance del recurso extraordinario, mejorar el trabajo del Consejo de la Magistratura; instaurar el juicio por jurados cumpliendo el mandato constitucional, modernizar el código penal de la Nación, y fortalecer el rol del Ministerio Público”, remarcó en donde atentamente lo escuchaban , en la primera fila de uno de los palcos, del presidente del máximo tribunal, Carlos Rosenkrantz, y su vice Elena Highton de Nolasco..