El jefe de Estado ordenó cerrar los shoppings, en el marco de las nuevas medidas adoptadas recientemente en las zonas críticas por la suba de casos de coronavirus.

El presidente Alberto Fernández ordenó cerrar los shoppings como otra de las tantas medidas tomadas en el día de ayer por la suba de contagios de coronavirus. La novedad de los shoppings fue anunciada este jueves en una entrevista concedida al periodista Gustavo Sylvestre en Radio 10, y el jefe de Estado fue taxativo al afirmar que los centros comerciales “van a estar cerrados todo el día”.

Si bien Fernández no dio precisiones, se entiende que la medida tendrá la misma vigencia que el resto de las medidas anunciadas ayer, hasta el 30 de abril. La disposición se suma al toque de queda de 20 a 6 horas y a la suspensión de las clases presenciales durante 15 días en el Área Metropolitana de Buenos Aires.

Fernández reconoció que no consensuó ni consultó los detalles del nuevo decreto con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y dejó entrever que la Policía de la Ciudad no actuaba en las calles para hacer cumplir las restricciones nocturnas anunciadas el viernes de la semana pasada. También comentó que “llama la atención los que se vio el fin de semana en Unicenter” y que fue “realmente preocupante”.

Se refirió así a las largas colas y aglomeraciones en ese centro comercial que se vieron en varios canales de televisión debido a la liquidación por cierre de la tienda Falabella, que cerrará su local en Martínez. Lo mismo ocurrió en la ciudad de Rosario. El Presidente también recalcó que “después dicen que son los adolescentes” los que no respetan medidas de distanciamiento social, pero “los adolescentes no van a los shoppings” sino que “en su mayoría es gente adulta. Esa plaza de comida que vi repleta, no eran adolescentes”, añadió Fernández.

Las medidas la tomé yo y me hago cargo yo, y las fuerzas federales van a hacer cumplir esto, remarcó el mandatario. “Yo trato de hablar siempre y de hecho las medidas anteriores las conversé con el Gobierno de la Ciudad. Quise cerrar los restaurantes y me pidieron que no lo hiciera. Propuse hacerlo a las 22 y me pidieron extenderlo hasta las 23. Consensué todas las medidas y después me enteré de que cerraban a las 11, pero se podían quedar hasta las 12… Y que tampoco estaban de acuerdo con las restricciones nocturnas a la circulación”, explicó.

“Si uno acuerda y después decimos que no estamos de acuerdo, entonces no entiendo para qué lo hacemos; por eso esta medida no la consensué, la tomé yo y me hago cargo yo”, agregó. Y especificó: “Por ese motivo decidí que esto se cumpla con las fuerzas federales, todo el mundo tiene mi número de celular y el fin de semana no fueron pocos los vecinos que me mandaban fotos de Palermo con todos los bares abiertos”.

Alberto Fernández:
La fila de personas en el shopping Unicenter para comprar productos en la liquidación de Falabella

Durante la nota con Sylvestre, el Presidente reconoció además que tuvo diferencias de criterio con su ministro de Educación, Nicolás Trotta, quien no está de acuerdo con la suspensión de clases presenciales. “Tuve discusiones dentro de mi equipo, porque el ministro de Educación creía que había que insistir más con las clases presenciales; pero las clases presenciales no son sólo eso: hay que ir a un colegio primario, estar en el horario de salida, ver cómo las madres se agolpan frente a la puerta y el contagio puede hacerse más fácil, ver cómo los chicos juegan entre sí cambiándose los barbijos… y en todo este tiempo he escuchado a todos”, reflexionó Fernández.

La suspensión de clases presenciales provocó la indignación de muchos padres de AMBA. Quejas en redes sociales, convocatorias a marchas, y protestas públicas con manifestaciones hasta altas horas de anoche, incluso en la Quinta de Olivos, fueron algunas de las respuestas de algunos sectores de la población. También hubo quienes impulsaron una campaña en la plataforma change.org para sumar firmas contra la decisión presidencial.