Trabajan en diversas zonas del derrumbe buscando el milagro de que alguno de los desaparecidos siga con vida. Las posibilidades disminuyen pero, de vez en cuando, los perros buscadores marcan algún indicio.
Hasta ayer por la tarde, el derrumbe del Apart Hotel Dubrovnik en la localidad de Villa Gesell ya provocó dos muertes, heridas importantes a una mujer y hay al menos seis personas en situación de “desaparecidas”.
Estas, afirman algunos bomberos, son todavía el objetivo central del operativo de búsqueda y rescate. Y los más de 400 rescatistas que trabajan en equipos corriendo cuidadosamente cada escombro, mantienen las esperanzas de que alguno de los desaparecidos se mantenga con vida. Fue el presidente de la Federación de Bomberos de Buenos Aires, Osvaldo Lori, quien está presente en el operativo de rescate en el derrumbe en Villa Gesell, quien le confirmó a la Agencia Noticias Argentinas que se cree estar “cerca de un hallazgo”.
Este rescatista confirmó que ese posible descubrimiento ocurriría en la misma zona del edificio donde se rescató, ya sin vida, a Rosa Stefanic, la exdueña del hotel caído.
Lori detalló que “en la madrugada (de ayer) nuestros perros entrenados marcaron lo que podrían ser señales vitales, a unos nueve metros de profundidad bajo los escombros”, dijo. Y amplió que eso ocurrió en la zona que los equipos están excavando en la parte delantera del alojamiento. Más precisamente donde estaban las habitaciones de Rosa y también las de su sobrino Nahuel Stefanic (25) y su novia, Dana Desimone (28).
De todos modos, pese a que estas son las principales probabilidades, las autoridades no descartan que puedan tratarse de otro de los desaparecidos entre los escombros: Javier Fabián Gutiérrez (50), Juan Ezequiel Matu (38), Matías Alberto Chaspman (27) y Mariano Raúl Troiano (47).
Audio
Por otra parte, en las últimas horas, trascendió un audio significativo enviado el día anterior al derrumbe por uno de los hoy todavía desaparecidos: un carpintero que trabajaba en las refacciones del edificio en construcción y había advertido el peligro de la obra.
En las últimas horas apareció un audio que este trabajador había enviado unas horas antes del fatal desenlace del martes. En ese audio advertía que la obra que se estaba encarando no era adecuada. “Están invirtiendo un montón de guita en algo que está prácticamente hecho pelota. Es como querer poner a punto la camioneta de Ali”, decía la grabación.
Por otra parte, ayer al mediodía llegó a la zona una grúa de gran porte, de 25 metros de altura, que es un elemento central para seguir removiendo escombros pesados, aun si las condiciones meteorológicas empeoran, tal como está previsto en los últimos pronósticos