María Eugenia Vidal sostuvo que no volvería a ser gobernadora, “es una etapa que se cumplió”, en relación a su futuro político.

María Eugenia Vidal descartó la posibilidad de ser nuevamente candidata a gobernadora de la Provincia de Buenos Aires y reafirmó sus aspiraciones personales de ser presidenta .Me gustaría ser presidenta, no me desespera. La decisión la voy a tomar yo”, fueron los términos que utilizó la ex gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal para referirse a sus aspiraciones políticas personales frente a la interna que se planeta estos últimos días en Juntos por el Cambio.

En un reportaje con Eduardo Feinmann en LN+ , al ser consultada sobre si volvería a ser gobernadora de la Provincia de Buenos Aires su respuesta fue contundente: “Es una etapa que se cumplió“, para luego agregar que hoy apunta a “transformar el país”.

Luego, en una declaración un tanto polémica, se refirió a la Provincia que gobernó como a “una isla” cuando explicó que después de su experiencia como gobernadora, advirtió que lo importante es quien gobierna el país y no quien lo hace en los estados que lo integran, minimizando las chances de transformación posible, desde el cargo de primera mandataria provincial.

Siendo gobernadora de la Provincia de Buenos Aires descubrí que la mejor manera de ayudar a los bonaerenses, y también a los porteños, es estar en el gobierno nacional, y resolver los problemas que tiene la Argentina. Uno no puede gobernar en una isla: ni de la Provincia de Buenos Aires, ni de la ciudad”.

Luego la exgobernadora también se refirió a la épica que siempre quiso darle a la impronta de su gobierno “enfrentando a las mafias”, cuando dijo: “Después de haber enfrentado al narcotráfico, la policía corrupta, a tipos como el Rey de la Salada (José Castillo), ‘Bebote’ Álvarez o el Papa (sic) ‘Pata’ Medina… estoy lejos de sentirme una paloma”, respondió a la pregunta del conductor, cuando quiso saber de que lado de Cambiemos se ubicaba entre “Halcones y Palomas”.

Mauricio Macri ya le expresó a Vidal su deseo de que compita en Provincia de Buenos Aires. El problema es que una nueva derrota en ese territorio, donde el peronismo tiene su base electoral más firme, pondría en jaque el resto de su carrera política.