Es una prueba que puede diagnosticar Covid-19 en minutos y que ampliará drásticamente la capacidad para detectar casos en países de ingresos bajos y medios, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con un costo de US$5, el test podría transformar el seguimiento de casos de Covid-19 en los países menos ricos, donde a menudo faltan trabajadores de la salud y laboratorios.