La embolia pulmonar es una obstrucción en una de las arterias de los pulmones.

En la mayoría de los casos, la embolia pulmonar es causada por coágulos sanguíneos que viajan a los pulmones desde las venas profundas de las piernas o, raramente, desde las venas de otras partes del cuerpo (trombosis venosa profunda).
Debido a que los coágulos bloquean el flujo sanguíneo a los pulmones, la embolia pulmonar puede ser mortal. Sin embargo, el tratamiento rápido reduce en gran medida el riesgo de muerte. Tomar medidas para prevenir los coágulos sanguíneos en las piernas ayudará a protegerte contra la embolia pulmonar.

Síntomas
Embolia pulmonar
Los síntomas de la embolia pulmonar pueden variar mucho, en función de la cantidad de pulmón comprometida, el tamaño de los coágulos y de si tienes una enfermedad pulmonar o cardíaca subyacente.
Los siguientes son signos y síntomas comunes:
Falta de aire – Dolor en el pecho – Tos
Otros signos y síntomas que pueden ocurrir con la embolia pulmonar incluyen:
Latidos del corazón rápidos o irregulares – Desvanecimientos o mareos – Exceso de sudoración – Fiebre – Dolor o hinchazón en la pierna, por lo general en la pantorrilla, a causa de una trombosis venosa profunda – Piel húmeda o descolorida (cianosis)
Causas

La embolia pulmonar se produce cuando un grupo de material, a menudo un coágulo sanguíneo, se encaja en una arteria de los pulmones. Estos coágulos sanguíneos provienen más comúnmente de las venas profundas de las piernas, una afección conocida como trombosis venosa profunda.
En muchos casos, los coágulos múltiples están implicados en la embolia pulmonar. Las porciones de pulmón que se nutren de cada arteria bloqueada son despojadas de sangre y pueden morir. Esto se conoce como infarto pulmonar. Esto hace que sea más difícil para los pulmones proporcionar oxígeno al resto del cuerpo.
Ocasionalmente, las obstrucciones en los vasos sanguíneos son causadas por sustancias distintas a los coágulos sanguíneos, como las siguientes:
Grasa de la médula de un hueso largo roto – Parte de un tumor – Burbujas de aire

Factores de riesgo
Embolia pulmonar
Aunque cualquier persona puede desarrollar coágulos sanguíneos y la subsiguiente embolia pulmonar, ciertos factores pueden aumentar tu riesgo.
Antecedentes médicos
Corres un mayor riesgo si tú o alguno de tus familiares ha tenido coágulos sanguíneos venosos o embolia pulmonar en el pasado.
Además, algunas afecciones médicas y tratamientos te ponen en riesgo, por ejemplo:
Enfermedad cardíaca – Cáncer – Cirugía – Trastornos que afectan la coagulación – Inmovilidad prolongada
Es más probable que se formen coágulos sanguíneos durante los períodos de inactividad, como estos:
Reposo en cama – Viajes largos
Otros factores de riesgo
Tabaquismo – Sobrepeso – Suplemento de estrógeno – Embarazo
Complicaciones

La embolia pulmonar puede ser mortal. Alrededor de un tercio de las personas con embolia pulmonar no diagnosticada y no tratada no sobreviven. Sin embargo, cuando la afección se diagnostica y se trata con prontitud, ese número disminuye drásticamente.
La embolia pulmonar también puede conducir a la hipertensión pulmonar, una afección en la que la presión arterial en los pulmones y en el lado derecho del corazón es demasiado alta. Cuando hay obstrucciones en las arterias dentro de los pulmones, el corazón debe trabajar más duro empujar la sangre a través de esos vasos, lo que aumenta la presión arterial y termina debilitando el corazón.
En casos raros, se producen con frecuencia pequeñas embolias que se desarrollan con el tiempo y que dan lugar a una hipertensión pulmonar crónica, también conocida como hipertensión pulmonar tromboembólica crónica.

Prevención
Embolia pulmonar
La prevención de coágulos en las venas profundas de las piernas (trombosis venosa profunda) ayudará a prevenir la embolia pulmonar. Por esta razón, la mayoría de los hospitales se muestran firmes en cuanto a la adopción de medidas para prevenir los coágulos sanguíneos, incluidas las siguientes:
Anticoagulantes – Medias de compresión – Elevación de las piernas – Actividad física – Compresión neumática – Prevención en los viajes
El médico podría sugerirte las siguientes para evitar la formación de coágulos sanguíneos durante el viaje:
Beber mucho líquido – Ponerse de pie – Moverse en el asiento – Usar medias de compresión
Diagnóstico
Embolia pulmonar
La embolia pulmonar puede ser difícil de diagnosticar, especialmente en personas que tienen una enfermedad cardíaca o pulmonar subyacente. Por esa razón, es probable que el médico analice tus antecedentes médicos, te haga un examen físico y ordene una o más de las siguientes pruebas.
Análisis de sangre – Radiografía torácica – Ecografía – Angiografía pulmonar por tomografía computarizada – Exploración de ventilación y perfusión (exploración V/Q, por sus siglas en inglés) – Angiografía de pulmón – Resonancia magnética (RM)
Tratamiento

El tratamiento de la embolia pulmonar tiene como objetivo evitar que el coágulo sanguíneo se agrande y prevenir la formación de nuevos coágulos. El tratamiento inmediato es esencial para evitar complicaciones graves o la muerte.
Medicamentos – Anticoagulantes – Disolventes de coágulos (trombolíticos) – Cirugía y otros procedimientos (Eliminación de coágulos – Filtro de venas) – Atención médica continua

Consultar a un médico

La embolia pulmonar suele evaluarse inicialmente en hospitales, salas de emergencias o centros de urgencias. La embolia pulmonar puede ser mortal, si crees que puedes tener una embolia pulmonar. Busca atención médica urgente si experimentas una falta de aire inexplicable, dolor en el pecho o una tos que produce esputo con sangre.