La embolia pulmonar es una obstrucción en una de las arterias de los pulmones.
En la mayoría de los casos, la embolia pulmonar es causada por coágulos sanguíneos que viajan a los pulmones desde las venas profundas de las piernas o, raramente, desde las venas de otras partes del cuerpo (trombosis venosa profunda).
Debido a que los coágulos bloquean el flujo sanguíneo a los pulmones, la embolia pulmonar puede ser mortal. Sin embargo, el tratamiento rápido reduce en gran medida el riesgo de muerte. Tomar medidas para prevenir los coágulos sanguíneos en las piernas ayudará a protegerte contra la embolia pulmonar.
Síntomas
Causas
La embolia pulmonar se produce cuando un grupo de material, a menudo un coágulo sanguíneo, se encaja en una arteria de los pulmones. Estos coágulos sanguíneos provienen más comúnmente de las venas profundas de las piernas, una afección conocida como trombosis venosa profunda.
En muchos casos, los coágulos múltiples están implicados en la embolia pulmonar. Las porciones de pulmón que se nutren de cada arteria bloqueada son despojadas de sangre y pueden morir. Esto se conoce como infarto pulmonar. Esto hace que sea más difícil para los pulmones proporcionar oxígeno al resto del cuerpo.
Ocasionalmente, las obstrucciones en los vasos sanguíneos son causadas por sustancias distintas a los coágulos sanguíneos, como las siguientes:
Grasa de la médula de un hueso largo roto – Parte de un tumor – Burbujas de aire
Factores de riesgo
Complicaciones
La embolia pulmonar puede ser mortal. Alrededor de un tercio de las personas con embolia pulmonar no diagnosticada y no tratada no sobreviven. Sin embargo, cuando la afección se diagnostica y se trata con prontitud, ese número disminuye drásticamente.
La embolia pulmonar también puede conducir a la hipertensión pulmonar, una afección en la que la presión arterial en los pulmones y en el lado derecho del corazón es demasiado alta. Cuando hay obstrucciones en las arterias dentro de los pulmones, el corazón debe trabajar más duro empujar la sangre a través de esos vasos, lo que aumenta la presión arterial y termina debilitando el corazón.
En casos raros, se producen con frecuencia pequeñas embolias que se desarrollan con el tiempo y que dan lugar a una hipertensión pulmonar crónica, también conocida como hipertensión pulmonar tromboembólica crónica.
Prevención
Diagnóstico
Tratamiento
El tratamiento de la embolia pulmonar tiene como objetivo evitar que el coágulo sanguíneo se agrande y prevenir la formación de nuevos coágulos. El tratamiento inmediato es esencial para evitar complicaciones graves o la muerte.
Medicamentos – Anticoagulantes – Disolventes de coágulos (trombolíticos) – Cirugía y otros procedimientos (Eliminación de coágulos – Filtro de venas) – Atención médica continua
Consultar a un médico
La embolia pulmonar suele evaluarse inicialmente en hospitales, salas de emergencias o centros de urgencias. La embolia pulmonar puede ser mortal, si crees que puedes tener una embolia pulmonar. Busca atención médica urgente si experimentas una falta de aire inexplicable, dolor en el pecho o una tos que produce esputo con sangre.