La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina.

La incontinencia de esfuerzo ocurre cuando una actividad física o movimiento (como toser, estornudar, correr o levantar objetos pesados) hace presión (esfuerzo) sobre la vejiga. La incontinencia de esfuerzo no está relacionada con el estrés psicológico.
La incontinencia de esfuerzo es distinta de la incontinencia imperiosa, que es la pérdida involuntaria de orina ocasionada por la contracción del músculo de la vejiga y que suele asociarse con una sensación de urgencia. La incontinencia de esfuerzo es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Si tienes incontinencia de esfuerzo, es posible que sientas vergüenza, te aísles o limites tu vida laboral y social, especialmente las actividades deportivas y de ocio. Con el tratamiento, probablemente puedas controlar la incontinencia de esfuerzo y mejorar tu bienestar general.

Síntomas

Incontinencia de esfuerzo
Si tienes incontinencia de esfuerzo, es posible que tengas pérdidas de orina al:
Toser – Estornudar – Reír – Pararte – Bajar de un auto – Levantar cosas pesadas – Hacer ejercicio – Tener sexo
Es posible que no tengas incontinencia cada vez que hagas estas cosas, pero toda actividad que aumente la presión puede hacerte más vulnerable a tener pérdidas de orina involuntarias, particularmente si tienes la vejiga llena.

Causas

La incontinencia de esfuerzo se produce cuando los músculos y otros tejidos que sostienen la vejiga (músculos del suelo pélvico) y los músculos que regulan la liberación de la orina (esfínter urinario) se debilitan.
La vejiga se expande mientras se llena con la orina. Normalmente, los músculos similares a la válvula en la uretra (el tubo corto que lleva la orina fuera del cuerpo) permanecen cerrados mientras la vejiga se expande y así evitan la pérdida de orina hasta que llegues al baño. Pero cuando esos músculos se debilitan, cualquier cosa que ejerce fuerza sobre los músculos abdominales y pélvicos, por ejemplo, estornudar, inclinarse, levantarse o reírse mucho, pueden ejercer presión sobre la vejiga y provocar la pérdida de orina.
Los músculos del suelo pélvico y el esfínter urinario pueden perder fuerza debido a:
Parto – Cirugía de próstata – Factores que contribuyen al problema
Otros factores que pueden empeorar la incontinencia de esfuerzo son:
Enfermedades que provocan tos o estornudos crónicos – Obesidad – Fumar, que puede provocar una tos frecuente – Actividades de alto impacto, como correr y saltar, durante muchos años

Factores de riesgo

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer incontinencia de esfuerzo son:
Edad – Tipo de parto – Peso corporal – Cirugía pélvica previa

Complicaciones

Algunas de las complicaciones de la incontinencia de esfuerzo son:
Ansiedad personal – Incontinencia urinaria mixta – Erupción o irritación cutánea

Diagnóstico

Incontinencia de esfuerzo
Durante tu visita, el médico buscará indicios que permitan identificar los factores que contribuyen a tu problema. Tu consulta probablemente conste de:
Historia clínica – Exploración física centrada particularmente en el abdomen y los genitales – Análisis de una muestra de orina para detectar infecciones, rastros de sangre u otras anomalías – Breve examen neurológico para identificar problemas en los nervios pélvicos – Examen de esfuerzo urinario, en el cual el médico observa la pérdida de orina cuando toses o haces fuerza – Exámenes para analizar la función de la vejiga
El médico puede solicitarte análisis urodinámicos, que se utilizan para evaluar la función de la vejiga. No es necesario realizar análisis en la mayoría de los casos de incontinencia urinaria por esfuerzo simple.
Los exámenes para analizar la función de la vejiga pueden ser:
Mediciones de orina residual posterior a la micción – Para medir la orina residual posterior a la micción, se inserta un tubo delgado (catéter) por la uretra hasta la vejiga – Medición de la presión en la vejiga – Se usa un catéter para llenar tu vejiga lentamente con un líquido tibio – Creación de imágenes de la vejiga en funcionamiento – Cistoscopia
Tú y tu médico deberían hablar acerca de los resultados de los análisis y decidir cómo influyen en tu estrategia de tratamiento

Tratamiento

Incontinencia de esfuerzo
Es probable que tu médico te recomiende una combinación de estrategias de tratamiento para eliminar o disminuir la cantidad de episodios de incontinencia. Si se identifica una causa oculta o un factor que contribuye a causar este trastorno, como una infección urinaria, también recibirás tratamiento para esa afección.
Terapias de comportamiento
Las terapias de comportamiento pueden ayudar a eliminar o a disminuir los episodios de incontinencia de esfuerzo. Los tratamientos que el médico puede recomendarte son los siguientes:
Ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico – Consumo de líquidos – Cambios saludables en el estilo de vida – Entrenamiento de la vejiga
Medicamentos

Dispositivos
Ciertos dispositivos diseñados para las mujeres pueden ayudar a controlar la incontinencia de esfuerzo, entre ellos:
Pesario vaginal – Es una buena opción si deseas evitar una cirugía – Inserciones uretrales
Cirugía
Las intervenciones quirúrgicas para tratar la incontinencia de esfuerzo se diseñan para mejorar el cierre del esfínter o para sostener el cuello de la vejiga. Las opciones quirúrgicas son las siguientes:
Agentes de abultamiento inyectables – Colposuspensión retropúbica – Procedimiento con cabestrillo – Esfínter artificial inflable

Estilo de vida

Las prácticas de un estilo de vida saludable pueden aliviar los síntomas de incontinencia de esfuerzo. Algunos de ellos son:
Pierde los kilos de más – Agrega fibra a tu dieta – Evita las comidas y bebidas que puedan irritar la vejiga – No fumes

Cuándo consultar al médico

Habla con tu médico si tus síntomas interfieren con tus actividades diarias, como el trabajo, tus pasatiempos o tu vida social.
Es posible que el médico te pida que completes un cuestionario para realizar una evaluación preliminar de tus síntomas de incontinencia de esfuerzo. También puede pedirte que lleves un diario del funcionamiento de la vejiga durante algunos días. En un diario del funcionamiento de la vejiga, registras cuánto y qué tipo de líquidos consumes, como así también cuándo y cómo orinas y cuándo sufres episodios de incontinencia.
El diario puede revelar patrones que le ayudarán al médico a comprender tus síntomas y a identificar los factores que contribuyen al problema. Esto puede reducir la necesidad de realizar análisis más invasivos.
Los análisis especializados pueden requerir la derivación a un especialista en trastornos urinarios (urólogo) o a un especialista en trastornos urinarios femeninos (uroginecólogo).