El término “macrosomía fetal” se utiliza para describir a un recién nacido que es mucho más grande que el promedio.

Un bebé al que se le diagnostica macrosomía fetal pesa más de 8 libras con 13 onzas (4000 gramos), independientemente de su edad gestacional. En todo el mundo, cerca del 9 % de los bebés pesan más de 8 libras con 13 onzas (4000 gramos).
Los riesgos asociados con la macrosomía fetal aumentan enormemente cuando el peso al nacer es superior a las 9 libras con 15 onzas (4500 gramos).
La macrosomía fetal puede complicar el parto vaginal y poner al bebé en riesgo de presentar lesiones durante el nacimiento. La macrosomía fetal también aumenta el riesgo de problemas de salud para el bebé después del nacimiento.

Síntomas

Macrosomía fetal
La macrosomía fetal puede resultar difícil de detectar y de diagnosticar durante el embarazo. Los signos y síntomas incluyen los siguientes:
Altura importante del fondo uterino – Exceso de líquido amniótico (polihidramnios)
La cantidad de líquido amniótico refleja la producción de orina del bebé, y un bebé más grande produce más orina. Algunas afecciones que aumentan el tamaño del bebé también podrían aumentar su producción de orina.

Causas

Los factores genéticos y las afecciones de la madre, como la obesidad o la diabetes, pueden causar la macrosomía fetal. En raras ocasiones, un bebé puede tener una enfermedad que lo haga crecer más rápido y más grande.
A veces, se desconoce qué genera que un bebé sea más grande que el promedio.

Factores de riesgo

Macrosomía fetal
Muchos factores pueden aumentar el riesgo de tener un bebé con macrosomía fetal. Algunos se pueden controlar, pero otros no.
Por ejemplo:
Diabetes de la madre – Antecedentes de macrosomía fetal – Obesidad de la madre – Aumento excesivo de peso durante el embarazo – Embarazos anteriores – Tener un varón ( Por lo general, los bebés varones pesan un poco más que las niñas) – Embarazo pasado de término – Edad de la madre ( Las mujeres mayores de 35 años tienen más probabilidades de tener un bebé al que se le diagnostique macrosomía fetal)
Si estos factores de riesgo no están presentes, pero se sospecha que el bebé podría tener macrosomía fetal, es posible que tu hijo tenga una enfermedad poco frecuente que afecta el crecimiento fetal.
Si el médico sospecha que el bebé tiene una enfermedad poco común, podría pedirte que te hagas pruebas diagnósticas prenatales y, tal vez, que consultes a un consejero genético, según los resultados de las pruebas.

Complicaciones

La macrosomía fetal representa riesgos de salud para ti y tu bebé, tanto durante el embarazo como después del parto.

Prevención

Es posible que no puedas prevenir la macrosomía fetal, pero puedes ocuparte de tener un embarazo saludable. La investigación muestra que hacer ejercicio durante el embarazo y llevar una dieta de bajo índice glucémico puede reducir el riesgo de macrosomía.
Por ejemplo:
Programa una cita previa a la concepción – Controla tu peso – Controla la diabetes – Mantente activo

Diagnóstico

Macrosomía fetal
La macrosomía fetal no puede diagnosticarse hasta después de que el bebé nazca y lo pesen.
Sin embargo, si tienes factores de riesgo para la macrosomía fetal, es probable que tu proveedor de atención médica utilice pruebas para controlar la salud y el desarrollo de tu bebé mientras estás embarazada, como por ejemplo:
Ecografía – Análisis prenatales – Prueba en reposo
Antes de que nazca el bebé, también podrías considerar consultar con un pediatra que tenga experiencia en el tratamiento de bebés con diagnóstico de macrosomía fetal.

Tratamiento

Cuando llegue el momento de que nazca tu bebé, un parto vaginal no será necesariamente imposible. Tu médico analizará las opciones, así como los riesgos y beneficios. Él o ella monitoreará tu trabajo de parto de cerca para detectar posibles signos de un parto vaginal complicado.
Por lo general, no se recomienda la inducción del trabajo de parto. La investigación sugiere que la inducción del trabajo de parto no reduce el riesgo de complicaciones relacionadas con la macrosomía fetal y que puede aumentar la necesidad de practicar una cesárea.
El médico/a puede recomendar una cesárea en los siguientes casos:
Si tienes diabetes – El bebé pesa 5 kg o más y no tienes antecedentes de diabetes materna – Diste a luz un bebé cuyo hombro quedó atascado detrás de tu hueso pélvico (distocia de hombro) – Si el médico/a recomienda una cesárea programada, habla sobre los riesgos y los beneficios.
Después del nacimiento de tu bebé, lo examinarán para detectar signos de lesiones en el nacimiento, de glucosa en la sangre anormalmente baja (hipoglicemia) y de un trastorno de la sangre que afecta el recuento de glóbulos rojos (policitemia). Es posible que necesite atención médica especial en la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital.
Ten presente que tu bebé puede correr el riesgo de tener obesidad infantil y resistencia a la insulina, y que debe ser supervisado por estos trastornos en chequeos futuros.
Además, si no te han diagnosticado diabetes anteriormente y tu médico/a está preocupado por la posibilidad de que tengas diabetes, es posible que te hagan un examen para detectar la enfermedad. Durante tus futuros embarazos, se te supervisará cuidadosamente para detectar signos y síntomas de diabetes gestacional (un tipo de diabetes que se manifiesta durante el embarazo).

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Si el médico/a sospecha de macrosomía fetal durante el embarazo, puedes sentirte ansiosa por el parto y por la salud de tu bebé, y la preocupación puede hacer que te resulte difícil cuidar de ti misma.
Consulta con el médico/a sobre qué puedes hacer para aliviar el estrés y mejorar la salud de tu bebé. También puedes buscar información y apoyo de mujeres que han tenido bebés a los que se les diagnosticó macrosomía fetal.