El síndrome compartimental crónico por ejercicio es un trastorno muscular y nervioso inducido por el ejercicio que provoca dolor, inflamación y, en ocasiones, la incapacidad de los músculos de las piernas o los brazos. Cualquiera puede desarrollar este trastorno pero es más frecuente entre los adultos jóvenes y los atletas que hacen actividades de impacto y repetitivas.
El síndrome compartimental crónico por ejercicio puede responder al tratamiento no quirúrgico y a los cambios en las actividades. Si el tratamiento no quirúrgico no ayuda, el médico podría sugerir una cirugía. La cirugía es efectiva para muchas personas y puede permitir que vuelvas a hacer deporte.
Síntomas

Síndrome compartimental crónico por ejercicio
Los signos y síntomas asociados con el síndrome compartimental crónico por ejercicio pueden incluir los siguientes:
Dolor, ardor o calambres en un área específica (compartimiento) de la extremidad afectada, que suele ser la parte inferior de la pierna – Opresión en la extremidad afectada – Entumecimiento u hormigueo en la extremidad afectada – Debilidad de la extremidad afectada – Pie caído, en casos graves, si están afectadas las piernas – Suele presentarse en el mismo compartimiento en ambas piernas – En ocasiones, inflamación o hinchazón como resultado de una hernia muscular
El dolor causado por el síndrome compartimental crónico por ejercicio suele seguir este patrón:
Comienza de manera regular cierto tiempo después de empezar a ejercitar la extremidad afectada, o tras cierta distancia recorrida o cierta intensidad de ejercicio – Empeora progresivamente mientras se ejercita – Se vuelve menos intenso o desaparece por completo en 15 minutos después de suspender la actividad – Con el tiempo, suele aumentar el tiempo de recuperación después de ejercitarse – Dejar de hacer ejercicio por completo o realizar únicamente actividades de bajo impacto puede aliviar los síntomas, aunque, por lo general, es un alivio temporal. Una vez que vuelves a correr, por ejemplo, esos síntomas familiares vuelven a aparecer.

Causas

Síndrome compartimental crónico por ejercicio
La causa del síndrome compartimental crónico por ejercicio no está completamente clara. Cuando haces ejercicio, las músculos se expanden en volumen. Si tienes síndrome compartimental crónico por ejercicio, el tejido que reviste el músculo afectado (fascia) no se expande con el músculo, lo que causa presión y dolor en una zona específica (compartimento) de la extremidad afectada. Algunos expertos sugieren que la forma en la que te mueves mientras haces ejercicio (tu forma de andar) puede cumplir un papel en la causa del síndrome compartimental crónico por ejercicio. Otras causas pueden incluir que los músculos se agranden de manera excesiva durante el ejercicio, tener una fascia especialmente inflexible alrededor del compartimento muscular afectado o tener presión alta en las venas.

Factores de riesgo
Existen algunos factores que aumentan el riesgo de desarrollar el síndrome compartimental crónico por ejercicio, entre los que se incluyen los siguientes:
La edad. Aunque el síndrome compartimental crónico por ejercicio puede aparecer a cualquier edad, el trastorno es más frecuente entre los atletas menores de 30 años de ambos sexos.
El tipo de ejercicio. La actividad repetitiva de alto impacto (como correr) aumenta el riesgo de desarrollar este trastorno.
El entrenamiento excesivo. El ejercicio demasiado intenso o frecuente también puede aumentar el riesgo de sufrir el síndrome compartimental crónico por ejercicio.
Complicaciones
El síndrome compartimental crónico por ejercicio no es una enfermedad potencialmente fatal y generalmente no causa daño duradero si recibes el tratamiento adecuado. Sin embargo, el dolor, la debilidad y el entumecimiento asociados con el síndrome compartimental crónico por ejercicio podrían impedir que continúes realizando ejercicio o practicando un deporte con el mismo nivel de intensidad.
Diagnóstico

Síndrome compartimental crónico por ejercicio
Existen otros problemas que son más frecuentes que el síndrome compartimental crónico por ejercicio, por lo que el médico primero intentará descartar otras causas, como el síndrome de estrés de la tibia medial o una fractura por sobrecarga, antes de realizar pruebas más específicas. Los resultados de los exámenes físicos del síndrome compartimental crónico por ejercicio suelen ser normales. Quizás el médico prefiera examinarte después de ejercitarte hasta que se manifiesten los síntomas. El médico puede notar una protuberancia muscular (hernia), sensibilidad o tensión en el área afectada.
Pruebas por imágenes
El médico podría recomendar estudios de diagnóstico por imágenes como una resonancia magnética o una espectroscopia del infrarrojo cercano (NIR). Una típica exploración por resonancia magnética de las piernas puede utilizarse para evaluar la estructura de los músculos en los compartimentos y descartar otras causas posibles de tus síntomas. La NIR es una técnica nueva que mide la cantidad de oxígeno en la sangre del tejido afectado. Esto ayuda a determinar si el compartimento del músculo ha disminuido el flujo sanguíneo.
Análisis de la presión compartimental
Si los resultados de las pruebas de diagnóstico por imágenes no indican una fractura por sobrecarga o una causa similar de dolor, el médico podría sugerir medirte la presión en los compartimientos musculares. Esta prueba, por lo general denominada medición de la presión compartimental, es la regla de oro para diagnosticar el síndrome compartimental crónico por ejercicio. Como es invasiva y medianamente dolorosa e implica la inserción de agujas en los músculos, la medición de la presión compartimental no suele realizarse, a menos que tu historia clínica y otras pruebas sugieran que tienes esta afección.

Tratamiento

Síndrome compartimental crónico por ejercicio
Las opciones para tratar el síndrome compartimental crónico por ejercicio incluyen métodos quirúrgicos y no quirúrgicos. Sin embargo, las medidas no quirúrgicas usualmente solo son exitosas si detienes o reduces considerablemente la actividad que ocasionó la enfermedad.
Opciones no quirúrgicas
Inicialmente, el médico puede recomendarte analgésicos, fisioterapia, dispositivos ortopédicos, masajes o que suspendas el ejercicio. También puede resultar útil modificar la forma en la que apoyas los pies cuando trotas o corres. Sin embargo, las opciones no quirúrgicas usualmente no brindan un alivio duradero para el auténtico síndrome compartimental crónico por ejercicio.
Opciones quirúrgicas
Un procedimiento quirúrgico denominado fasciotomía es el tratamiento más efectivo para el síndrome compartimental crónico por ejercicio esto libera la presión. A pesar de que la cirugía es efectiva para la mayoría de las personas, implica algunos riesgos y, en algunos casos, puede que no alivie por completo los síntomas asociados con el síndrome compartimental crónico por ejercicio. Algunas de las posibles complicaciones de la cirugía son infecciones, lesión permanente en los nervios, entumecimiento, debilidad, hematomas y cicatrices.

Estilo de vida y remedios caseros

Síndrome compartimental crónico por ejercicio
Con el fin de aliviar el dolor producido por el síndrome compartimental crónico por ejercicio, intenta lo siguiente:
Usa plantillas (ortopedia) en los zapatos deportivos – Limita las actividades físicas – Elonga la extremidad que duele

Cuándo consultar al médico
Es probable que comiences por ver a tu médico de cabecera o a un médico clínico, si padeces dolor, inflamación, debilidad, pérdida de sensación o sensibilidad mientras haces ejercicios o actividades deportivas de forma recurrente y anormal. En ocasiones, el síndrome compartimental crónico por ejercicio se confunde con el síndrome de estrés de la tibia medial, una causa más frecuente del dolor en la pierna entre las personas que hacen mucha actividad intensa que pone peso en las piernas, tales como correr. Si crees que padeces síndrome de estrés de la tibia medial y el dolor no se alivia con el cuidado personal, habla con el médico. Este puede derivarte a un médico especializado en medicina deportiva o cirugía ortopédica.