Los sofocos son sensaciones repentinas de calor, que suelen ser más intensas en el rostro, el cuello y el pecho.

Es posible que la piel se enrojezca, como si te ruborizaras. Los sofocos también pueden provocar sudoración y, si pierdes demasiado calor corporal, puedes sentir frío posteriormente.
Aunque pueden originarse como resultado de otras afecciones, en la mayoría de los casos, los sofocos se deben a la menopausia, el momento en que los períodos menstruales de la mujer se vuelven irregulares y, finalmente, se detienen. De hecho, los sofocos son el síntoma más frecuente de la transición hacia la menopausia.
La frecuencia de los sofocos varía según la mujer y puede oscilar entre unos pocos sofocos por semana y varios por hora. Existen diversos tratamientos para los sofocos particularmente molestos.
Síntomas

Sofocos
Durante un sofoco, podrías tener:
Sensación repentina de calor que se extiende por toda la parte superior del cuerpo y el rostro – Aspecto ruborizado con piel enrojecida y con manchas – Latidos del corazón rápidos – Sudoración, principalmente en la parte superior del cuerpo – Sensación de frío cuando el sofoco desaparece
Los sofocos pueden variar en frecuencia e intensidad. La duración de los síntomas varía mucho. En promedio, los síntomas persisten más de siete años. Algunas mujeres los tienen durante más de 10 años.

Causas

Sofocos
No se conoce la causa de los sofocos, pero es probable que se relacionen con numerosos factores. Entre ellos, se encuentran los cambios en las hormonas reproductivas y en el termostato del cuerpo (hipotálamo), que se torna más sensible a los cambios leves en la temperatura corporal.
Factores de riesgo
No todas las mujeres que atraviesan la menopausia tienen sofocos, y no se sabe con certeza el motivo por el cual algunas mujeres los tienen. Los siguientes son los factores que pueden aumentar el riesgo de padecerla:
Fumar – Obesidad – Origen étnico
Complicaciones
Los sofocos nocturnos (sudoraciones nocturnas) pueden despertarte y, con el tiempo, causarte insomnio crónico. Hay cierta asociación entre los sofocos y un riesgo mayor de padecer una enfermedad cardíaca y una disminución de la masa ósea.

Diagnóstico

Sofocos
Habitualmente, el médico puede diagnosticar los sofocos según la descripción de los síntomas. Es posible que el médico sugiera análisis de sangre para determinar si estás en la transición menopáusica.
Tratamiento
La manera más eficaz de aliviar las molestias por sofocos es tomar estrógeno, pero la administración de esta hormona conlleva riesgos. Si el estrógeno es adecuado para ti y puedes comenzar dentro de los 10 años desde el último período menstrual o antes de los 60 años, es posible que los beneficios sean mayores que los riesgos.
Los medicamentos, como los antidepresivos y los anticonvulsivos, también podrían ayudar a reducir los sofocos, aunque son menos eficaces que las hormonas.
Habla con el médico acerca de las ventajas y desventajas de los distintos tratamientos. Si los sofocos no interfieren en tu vida, es probable que no necesites tratamiento. Los sofocos disminuyen de manera gradual en la mayoría de mujeres, incluso sin tratamiento, pero puede demorar varios años en desaparecer por completo.
Terapia hormonal – Antidepresivos – Otros medicamentos con receta – Procedimiento de bloqueo nervioso

Remedios caseros

Sofocos
Si tienes sofocos leves, prueba controlarlos con estos cambios en el estilo de vida:
Mantente fresca – Presta atención a lo que comes y bebes – Relájate – No fumes – Baja de peso

Consultar al médico
Si los sofocos se tornan particularmente molestos, considera solicitar una consulta con el médico para hablar sobre las opciones de tratamiento.