La vejiga hiperactiva ocasiona una necesidad urgente y repentina de orinar. Esa necesidad puede ser difícil de controlar, y la vejiga hiperactiva puede llevar a la pérdida involuntaria de orina (incontinencia imperiosa). Si tienes vejiga hiperactiva, es posible que te sientas avergonzado, te aísles o limites tu vida laboral y social. La buena noticia es que una breve evaluación puede determinar si tus síntomas de vejiga hiperactiva tienen una causa específica.
El tratamiento de la vejiga hiperactiva suele comenzar con estrategias de conducta, como cronogramas para beber líquidos, horarios para orinar y técnicas de contención de la vejiga mediante el suelo pélvico. Si estas estrategias iniciales no son suficientes para controlar los síntomas, hay medicamentos disponibles.
Síntomas

Vejiga hiperactiva

Causas

Vejiga hiperactiva

Factores de riesgo
Al envejecer, aumenta el riesgo de presentar vejiga hiperactiva. También es mayor el riesgo de padecer enfermedades y trastornos tales como agrandamiento de la próstata y diabetes, que pueden contribuir a otros problemas relacionados con la función de la vejiga. Muchas personas con deterioro cognitivo (por ejemplo, después de un accidente cerebrovascular o con enfermedad de Alzheimer) tienen vejiga hiperactiva. La incontinencia que se produce a causa de este tipo de situaciones puede controlarse con cronogramas para beber líquidos, horarios y recordatorios para orinar, prendas absorbentes y programas de movimiento intestinal. Algunas personas con vejiga hiperactiva también presentan problemas de control intestinal; infórmale al médico si ese es tu caso.
Complicaciones

Vejiga hiperactiva

Prevención

Vejiga hiperactiva

Diagnóstico
Si tienes una necesidad anormal por orinar, el médico verificará que no tengas una infección urinaria ni sangre en la orina. También es posible que el médico desee asegurarse de que estés vaciando completamente la vejiga al orinar.
Además, el médico intentará buscar indicios que permitan identificar factores que contribuyen a tu problema. Las pruebas complementarias probablemente consistan en lo siguiente:
Historia clínica
Exploración física, enfocada en el abdomen y los genitales
Análisis de una muestra de orina para detectar infecciones, rastros de sangre u otras anomalías
Examen neurológico específico en el cual se pueden identificar problemas sensoriales o reflejos anormales
Pruebas especiales
El médico puede solicitarte un análisis urodinámico simple para evaluar la función de la vejiga y su capacidad de vaciarse completamente sin interrupciones. Por lo general, es necesario que te deriven a un especialista para poder realizar estas pruebas, pero podrían no ser necesarias para hacer un diagnóstico o comenzar un tratamiento. Las pruebas que pueden realizarte son:
Medición de la orina que queda en la vejiga – Medición del flujo de orina – Análisis de la presión en la vejiga
Tratamiento
El mejor enfoque para el alivio de los síntomas de la vejiga hiperactiva puede ser la combinación de tratamientos.
Intervenciones de comportamiento
Las intervenciones relacionadas con la conducta son la primera opción para ayudar a controlar la vejiga hiperactiva. Muchas veces resultan eficaces y no tienen efectos secundarios. Estas intervenciones pueden comprender:
Ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico – Peso saludable – Horarios programados para ir al baño – Cateterismo intermitente – Compresas absorbentes – Entrenamiento de la vejiga
Medicamentos

Los medicamentos que permiten la relajación de la vejiga pueden ser útiles para aliviar los síntomas de vejiga hiperactiva y reducir los episodios de incontinencia imperiosa. Los efectos secundarios frecuentes de la mayoría de estos medicamentos incluyen sequedad en los ojos y en la boca; sin embargo, beber agua para calmar la sed puede agravar los síntomas de la vejiga hiperactiva. El estreñimiento, otro posible efecto secundario, también puede agravar los síntomas relacionados con la vejiga. Las presentaciones de liberación prolongada de estos medicamentos, como los parches cutáneos o el gel, pueden tener menos efectos secundarios.
Inyecciones en la vejiga
La toxina onabotulínica tipo A, también conocida como «bótox», es una proteína de las bacterias que ocasionan el botulismo. Esta proteína utilizada en dosis pequeñas que se inyectan directamente en los tejidos de la vejiga paraliza parcialmente los músculos. Las investigaciones clínicas indican que puede resultar útil para tratar la incontinencia imperiosa grave. Por lo general, los efectos temporales duran cinco meses o más, pero es necesario repetir las inyecciones.
Estimulación nerviosa
Regular los impulsos nerviosos que van hacia la vejiga puede mejorar los síntomas de una vejiga hiperactiva. En uno de los procedimientos, se utiliza un pequeño cable ubicado cerca de los nervios sacros (que transmiten las señales a la vejiga) en la zona cercana al coxis. Si esto reduce los síntomas con éxito, el cable finalmente se conecta a un pequeño dispositivo con batería que se coloca debajo de la piel.
Cirugía
Las cirugías para tratar la vejiga hiperactiva están destinadas a pacientes con síntomas graves que no responden a otros tratamientos. El objetivo es mejorar la capacidad de almacenar orina y reducir la presión en la vejiga. Sin embargo, estos procedimientos no ayudan a aliviar el dolor en la vejiga. Las intervenciones incluyen las siguientes:
Cirugía para aumentar la capacidad de la vejiga – Extracción de la vejiga
Metodos caseros
Estas estrategias de estilo de vida pueden reducir los síntomas de la vejiga hiperactiva:
Mantener un peso saludable – No restringir el consumo de líquidos – Limitar el consumo de alimentos y bebidas que puedan irritar la vejiga
Consulta tu médico

En el caso de la vejiga hiperactiva, es probable que comiences por consultar con tu médico de cabecera. Después de la consulta inicial, pueden derivarte a un especialista en trastornos urinarios en hombres y mujeres (urólogo), un especialista en trastornos urinarios en mujeres (uroginecólogo) o un especialista en fisioterapia para el diagnóstico y tratamiento.