El cuerpo de Martin Alvarez Giaccio, el argentino que mató a su hijo en Barcelona fue encontrado con signos de ahorcamiento, en las inmediaciones del aeropuerto local.

Los Mossos d’Esquadra, cuerpo de policía catalán, encontraron hoy el cuerpo de Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, el argentino acusado de matar a su hijo de dos años en Barcelona. El cadáver apareció cerca del aeropuerto de El Prat, en la zona donde las autoridades españolas buscaban al sospechoso desde hacía semanas.

Fuentes policiales informaron a la prensa local que el cuerpo fue ubicado en un área boscosa y señalaron que la sospecha de que pudiera tratarse del argentino se originó a partir de la ropa que llevaba puesta. Luego de realizar el correspondiente cotejo de las huellas digitales, lograron confirmar la identidad, según consignó El Mundo. Los voceros indicaron que el parricida fue encontrado “colgado” y que “se quitó la vida”.

La zona del hallazgo coincide con el perímetro donde Giaccio era intensamente luego de la aparición del cuerpo de su hijo de dos años en la noche del martes 24 de agosto en una habitación del hotel Concordia de Barcelona. Poco antes, el argentino le había enviado un mensaje a la madre del menor en el que afirmó: “En el hotel te dejo lo que te merecés”.

Las cámaras de seguridad del establecimiento registraron la huida del hombre del lugar. Tras salir del cuarto donde más tarde fue encontrado el cadáver del niño, Giaccio comprobó que no hubiese nadie en el pasillo y luego se dirigió hacia el exterior. Vestido con ropa deportiva, escapó del edificio tras saltar una pequeña valla en la zona de la piscina y se dirigió hacia la montaña de Montjuïc de Barcelona. Desde entonces, nada se volvió a saber de él.

Tras recibir el mensaje de su expareja, la madre del niño alertó a la policía barcelonesa. Alrededor de las 22 de aquel martes, agentes de la Guardia Urbana encontraron el cuerpo de su hijo dentro de una habitación de la séptima planta del hotel. Rápidamente, personal de salud se trasladó al lugar e intentó reanimarlo, pero no tuvo éxito.

Uno de los mensajes del parricida argentino