Por el ataque ya se había aprehendido a un hombre, a quien se liberó por falta de mérito. El nuevo detenido cayó por la tarjeta SUBE de su mujer
Acusados por el ataque a la redacción del diario Clarín, la Justicia Nacional ordenó la captura nacional e internacional de dos de los nueve sospechosos, informaron hoy fuentes judiciales.
Se trata de Mario Ciro Fumaroni (45) y Emir Doval Acosta (39), quienes habrían participado del ataque que involucra a nueve personas en total: seis hombres y tres mujeres. Sus domicilios, ubicados en Lomas del Mirador y La Boca, fueron allanados en los últimos días, aunque allí no pudieron encontrarlos. Por otra parte, tanto sus celulares como el de Juan Gabriel Apud (único detenido que tiene por el momento la causa) fueron intervenidos por la Justicia, lo cual complica aún más su situación procesal.
A su vez, se indicó que el pasado jueves se logró una nueva captura, aunque a la vez se liberó a la única persona que para ese entonces estaba aprehendida. El último en caer -Apud- tiene 32 años y las sospechas de los investigadores es que la organización que perpetró el ataque es un grupo anarquista, y este hombre coincidiría con esa ideología.
El joven, identificado en el expediente como el “sujeto número 5”, fue descubierto por haber usado la tarjeta SUBE de su esposa al tomarse un micro a diez cuadras del atentado. Los pesquisas no tardaron en descubrir que el plástico pertenecía a la madre de sus dos hijos y pronto lo atraparon. En un registro domicilio, se le encontraron prendas similares a las que vestía el día del ataque: un canguro rojo con capucha, bermudas y zapatillas. Además, sus huellas habrían quedado en una de las botellas usadas como bombas molotov que no explotó.
Se negó a declarar ante el juez federal Luis Rodríguez y su abogado defensor ya solicitó su excarcelación.
El mismo día que lo detuvieron, la Justicia liberó a Martín Michell Gallarreta Albin, un uruguayo de 44 años a quien habían encarcelado el 26 de noviembre, cuatro días después del ataque. Si bien en su momento se le negó la excarcelación pedido por su letrado, quedó en libertad por falta de mérito. Ni en su celular ni en su notebook se halló material que lo comprometiera. Él también se negó a declarar en su momento y trascendió que durante el ataque él habría estado en la zona en plena tarea de reparto y mensajería.
El ataque había tenido lugar el 22 de noviembre, cuando nueve personas tiraron bombas molotov contra una de las puertas del edificio donde funciona la redacción del diario.
