El gobierno boliviano no puede desligarse de la responsabilidad de las muertes que se produjeron en Cochabama

Nueve personas murieron en la marcha en apoyo al presidente Evo Morales, en Chapare, Cochabamba; según trascendió tras las autopsias, las víctimas fueron asesinadas por armas largas de fuego.

Las pericias forenses no se realizaron la misma noche que sucedieron las muertes debido a la resistencia de los familiares, explicó el fiscal general. Posteriormente, gracias a la Defensoría del Pueblo, se consiguió la entrega de los cuerpos para su estudio, que presentan entrada y salida de bala mientras que a otro se le extrajo una bala y se la sometió a un examen de balística. El organismo que realizó las pericias de los fallecidos fue el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), según informó el fiscal general, Juan Lanchipa Ponce.

La protesta se había realizado la semana pasada en apoyo a Evo Morales y para denunciar el Golpe de Estado, donde reprimieron las fuerzas de seguridad. La represión se debió a que los vecinos de Chapare que se manifestaban pasaron por un control militar en el puente Huayllani. Cuando la milicia les impidió el paso, muchos de los manifestantes resultaron heridos y otros tantos asesinados.