Ocurrió el sábado por la noche, en la denuncia, la víctima sostuvo que fue drogada.

Una mujer 28 años denunció haber sido violada en grupo el sábado por la noche la ciudad bonaerense de Chivilcoy. Luego de salir del boliche Babakos, un auto blanco se le acercó y, según relató en la denuncia, el hombre que lo conducía la obligó a subir.

Cuando lo hizo, el hombre le inyectó por la fuerza una jeringa con algo y la drogó. Luego la llevó a una casa quinta, el ataque ocurrió en un breve lapso de tiempo y fue realizado por un número no menor a cuatro individuos, ninguno reconocido por la víctima.

El caso es investigado por la UFI N°6 de Mercedes, a cargo del doctor Luis Calcagno. Durante las últimas horas del martes, además, el medio La Razón de Chivilcoy, difundió una transcripción de la denuncia completa de la mujer policía.

El episodio sucedió en la madrugada del sábado 21 de mayo, cuando la víctima salió del boliche Babakos
El frente del boliche Babakos en Chivilcoy.

La denuncia de la mujer violada en Chivilcoy

De acuerdo con su relato, dejó el boliche y empezó a caminar rumbo a su casa cuando un auto de color blanco se le puso a la par y desde el interior, al menos, un sospechoso la obligó: “Te conviene subir”. El conductor, un hombre de tez blanca, pelo corto, delgado, alto y de unos 30 años, sacó una jeringa y le inyectó algo en su antebrazo izquierdo.

“Algo me inyectó pero no sé que era. Me pinchó por encima de la camperita de ecocuero que llevaba puesta”, dijo la mujer con precisión y, segundos después, contó que empezó a sentirse mareada y quedó desorientada.

“No sé qué rumbo tomó, no me acuerdo por qué calles manejó pero, en un momento dado, entramos en una quinta que está sobre una calle asfaltada, pero en una zona despoblada. La casa estaba retirada de la calle y se ingresaba por un portón de color gris. Cuando entramos, me bajé del auto y el chico también. Ahí me acuerdo que me crucé con una chica que había visto antes, no recuerdo su cara ni otras características, solo me acuerdo que tenía puesta una pollera corta color verde. Le dije que me quería ir a mi casa y ella me respondió: ‘Tranquila que después te vas a ir a tu casa. Acá vienen muchas chicas como vos’”, informó la mujer en la denuncia

En la quinta, además de la chica de pollera verde, había más personas. “Mientras el chico del auto me condujo por un pasillo con piso de pasto se nos unió otro hombre, al que yo nunca ví. Digo que fue un hombre por la voz, tenía voz gruesa, pero nunca lo tuve enfrente. El lugar estaba todo oscuro. Esa voz gruesa le dijo al chico del auto: ‘Bueno, ahora arrancá, si ya sabés a lo que está acostumbrada ella’ (sic)”, recapituló la víctima.

Y agregó: “En ese momento se sumaron tres o cuatro hombres más. Eso lo puedo decir por las voces y porque fueron varias manos las que me tocaban el cuerpo, pero nunca les pude ver las caras a los demás, porque todo estaba muy oscuro. Además, yo sentía el cuerpo muy débil, estimo que era por lo que me había inyectado el chico en el auto”.

Luego contó que, luego la violación, el mismo conductor la llevó a pocos metros de la casa de su madre. En ese sentido, la víctima aclaró que ella jamás le reveló esa información. “Al parecer sabía quien era yo, porque me llamó por mi nombre cuando me hizo subir al coche y también sabía donde vive mi mamá”, contó.

Cuando llegó a su casa, sus hermanos llamaron a una ambulancia que la llevó al hospital local, aunque no fue atendida ya que le dijeron que primero tenía que realizar la denuncia en la Comisaría de la Mujer.