Así será la “nueva escuela” que arranca en la Ciudad: los estudiantes del último año del secundario estrenan asignaturas en sus clases que apuntan a mejorar la capacitación para el trabajo y el manejo de la economía.

El ciclo lectivo 2022 es de suma importancia en muchos aspectos. La pandemia, que impactó en el conjunto social, hizo estragos en las clases y las aulas. La relación y el abismo que existe entre el mundo escolar y el laboral constituye uno de los desafíos actuales y futuros para superar la crisis. El Ministerio de Educación porteño anunció un cronograma para este año con más días de clases y énfasis en tres proyectos. Uno de ellos contempla las “prácticas educativas en ámbitos laborales”.

Se tratará de al menos 120 horas cátedra del diseño curricular, más 18 horas cátedra de Educación financiera y otras 12 de “habilidades blandas para la empleabilidad”. No habrá una evaluación adicional para acreditar los contenidos. Fuentes del Gobierno de la Ciudad, representantes del sector privado y expertos pedagógicos con practicantes, manifestaron que “la incorporación de prácticas educativas en ambientes laborales está enmarcada dentro de la transformación educativa”.

Comienzan las clases: para el último año se planea enseñar educación financiera, habilidades blandas y prácticas laborales

Hace unos cinco años se implementó la Secundaria del Futuro. En 2022, quienes comenzaron la secundaria bajo este nuevo formato, llegan al último año y serán los primeros en realizar esta experiencia, explican los voceros oficiales. La idea central es que los alumnos se aproximen al sector productivo (privado o público), a la gestión de políticas públicas, al ámbito cultural o comunitario, y al ámbito de la educación superior (en los campos científico y académico).

Del programa participan tanto organizaciones de la sociedad civil y organismos gubernamentales, como empresas anotadas al “sistema de inscripción para entidades y personas humanas comprometidas con la educación”. Hasta el momento, 265 instituciones están involucradas. Entre otras, Pampa Energía, Stamboulian, Banco Ciudad y Accenture. El Ministerio de Desarrollo Económico y Producción trabaja como nexo entre las instituciones educativas y las empresas.

“No es tanto una experiencia laboral, sino de aprendizaje. Para que los estudiantes puedan estar al lado de alguien que hace algo interesante, entender cómo son las reuniones, los procesos de una empresa”, enfatizó Micaela Finoli, abogada de la Universidad Torcuato Di Tella y graduada de la Maestría en Gestión Educativa de la Universidad de San Andrés.

“En todos los casos se incluyen cualidades vinculadas específicamente con las actividades académicas que impactan en el desempeño escolar, por ejemplo motivación, determinación, perseverancia“, detalla la experta. Y agrega: “También se incluyen aquellas características centradas en los rasgos individuales y cómo esto impacta en la interacción con el mundo exterior (extroversión, regulación emocional, manejo de estrés). Por último, el concepto abarca la comprensión y la comunicación con los otros”.

Desde Ciudad explican que, anteriormente, “solo los estudiantes de escuelas técnicas las tenían dentro de la currícula como parte del curso inicial de prácticas profesionalizantes”. La idea sería que formen parte de un patrimonio general de los estudiantes. Las llaman “habilidades blandas para la empleabilidad” e incluyen orientación vocacional, cómo armar un CV y cómo manejarse en una entrevista laboral.

“El curso de educación financiera para los cursos del último año de secundaria busca responder a los problemas de exclusión financiera, analfabetismo financiero y menos oportunidades laborales. Se busca formar a los estudiantes en competencias que permiten a las personas administrar mejor su dinero, con decisiones que optimicen sus finanzas”, aseguran desde la cartera educativa porteña. Se trata de inculcar la importancia de ahorrar y de no sobreendeudarse.

También, de los seguros para enfrentar contingencias, de cómo armar presupuestos, de tener consumos responsables, ahorrar y manejar tecnologías financieras. Todo con un “enfoque lúdico”. El programa también incluye billeteras electrónicas, criptomonedas, criptoactivos, bitcoins, stablecoins y transferencias. La cursada, informan, reunirá a alumnos de distintos colegios y tendrá lugar en el Centro de Capacitación de Desarrollo ubicado en Barracas, donde ya se llevan adelante prácticas de los últimos años de escuelas técnicas.