Lo dijo en diálogo con una periodista desde un móvil en la 9 de Julio, donde se encuentra manifestándose desde el martes en reclamo de más planes sociales. Su frase generó miles de comentarios en las redes.

En medio del acampe en la Avenida 9 de Julio una piquetera reclamó el acceso a un termo Stanley, como un derecho y rápidamente se inició la polémica. El acampe piquetero se encuentra en plena Avenida 9 de Julio frente al Ministerio de Desarrollo Social, hay más de treinta organizaciones sociales que reclaman por la apertura de planes sociales y la entrega de bolsones de comida.

“Está bien que somos pobres, pero también tenemos derecho de tener una buena carpa, un termo Stanley, así como los políticos tienen derecho de tener todas esas cosas”, se quejó Lorena, una de las personas que estaba saliendo en vivo para el programa de Eduardo Feinmann en Radio Mitre. A su vez, la mujer opinó que los funcionarios “no tienen derecho porque ellos se roban todo y la plata se la llevan afuera”.

“El Stanley es aspiracional”, comentó Feinmann. Y la piquetera se quejó porque la señalan por tener un termo de esa marca que cuesta casi el triple que uno común y es importado, el valor de un termo Stanley hoy es de $24.000. “Si cobramos un plan, que hay muchas críticas por eso, vamos a un kiosco y compramos ahí. Ni siquiera podemos darnos el lujo de comprar en un supermercado porque está mucho más caro”, dijo Lorena.

Lorena además agregó: “no sé por qué tanta polémica por los planes sociales”. Mientras tanto, en el estudio de la radio remarcaban que en el acampe se estaban vendiendo los Stanley “truchos” a 5 mil pesos, ya que los originales cuestan 12 mil, aunque se quedaron muy cortos porque en la página oficial de la marca el precio es de 24 mil pesos. Y el de 1.2 litros sale $28.000. La mujer habló sobre la manera en que los mira parte de la sociedad y cómo les apuntan con el dedo a las personas que cobran un plan.

Y quieren comprar con ese dinero algún tipo de artefacto importado. En este caso, el ojo del huracán fueron los famosos termos Stanley, que están de moda desde hace varios años y que salen tres o cuatro veces más que un termo común. El alto precio de este tipo de termos, que comenzaron siendo comercializados en locales dedicados al camping, es porque están hechos para resistir los golpes y mantener la temperatura del líquido en su interior por varias horas. Nadie duda que lo valgan.

Sin embargo, con la alta inflación que tenemos en nuestro país desde hace años, los argentinos los comenzaron a comprar en los free shops de los aeropuertos o se lo piden a algún amigo que viaje a Estados Unidos, donde el precio es mucho más barato que en nuestro país. En muchas ocasiones, varias personas aprovechan las ofertas en otros países y compran en gran cantidad para venderlos aquí.