Por Facundo Pedrini

Pan duro y truenos en la misma cuadra.
El patrullero llegó a la zona con la decisión de matar.
“Paren de tirar, hijos de puta, hay pibes aca”.

Esteban Velázquez apunta a la terraza.
Dispara.
Alguien cae.
Cae como cristiano, llega al piso como mártir.
La bala de plomo perfora.

Pocho Lepratti está en el suelo con un balazo en la tráquea.
El techo es un baño de sangre.
Los lobos azules huyen.
Un profesor de matemática y las dos cocineras lo reaniman.

Muerto.

Hay un celular Nokia 8250 apagado en la casa de fin de semana del gobernador. Hay un teléfono de línea que suena en el comedor de la familia Lepratti en Concepción del Uruguay, Entre Rios. Hay un padre que atiende. Hay un hombre sin cielo que sufrirá un paro cardíaco en 2004 tras el regreso de un acto por la memoria de su hijo.

Hay un diario que hará la parodia de un enfrentamiento. Hay una sirena que huye. Hay una pena que no se va a cumplir. Hay un comisario acusado de encubrimiento que ni fue citado a declarar. Hay un asesino que confiesa: “Y sí, agarré y tire un tiro pero con bala de goma. A este pobre muchacho lo mató una de plomo, que entró de arriba hacia abajo. Yo estaba en el suelo y él en el techo”. Hay un asesino que miente. Hay un asesino que después de 9 años, 6 meses y 4 días tendrá un después por buena conducta: un puesto de hamburguesas en Arroyo Seco. Buena conducta.

Hay una bicicleta que va a pasar a la historia. Hay un pibe que se apurará a grafittear una esquina del barrio Las Flores: ¡Pocho Vive! Hay una provincia con el número más alto de víctimas por represión: 9, 7 fusiladas por policías. Hay solo 2 condenados.

El Angel

El asesinato de Lepratti fue el único de todos los crímenes de diciembre de 2001 en el que se abrió una causa para investigar el encubrimiento policial.

Los policías condenados entran en un Fiat 147.

Roberto de la Torre
Rubén Darío Pérez
Marcelo Fabián Arrúa
Carlos Alberto de Souza
Daniel Horacio Braza
Solo 5.

Se los había acusado de balear el patrullero donde estaba Velázquez para simular un enfrentamiento, y alterar la escena del crimen. Fueron absueltos por el beneficio de la duda.

José Manuel Maldonado, titular de la División Judiciales, señalado como encubridor tras firmar documentación adulterada no fue ni siquiera llamado a declarar. Super-lógico: El tiempo no siempre pone las cosas en su lugar.

Todo puede ser falsificado menos el tamaño de un ala.

Todo es susceptible de ser reversionado menos un contraluz que da justo en la tabla de la cebolla picada y el pollo que va directo a la olla, menos el olor a escuela que abre, menos un pibe que come por primera vez en el día, menos un maestro que pedalea para llegar.

18 años después, la línea de fuego es recompensada.

Los ángeles hacen lo suyo.
La gravedad también.

El Angel