Un análisis del tratamiento mediático que recibió el brote mundial de COVID-19

En la dimensión de las luces y las sombras están los temas visibles porque se los puede percibir y profundizar, y también están los invisibles que nos cuesta ubicarlos, perfilarlos y conocerlos para saber cómo tratarlos.

Justamente por eso, la abrupta irrupción del temido Coronavirus a la vida de los argentinos y la invasión de los medios nos llena de preguntas y ansiedades que no nos permite clarificar contra qué estamos luchando o si debemos morirnos de miedo por enfrentar al peor de los monstruos que por ahora, analizando fríamente las cifras de salud, nos llegó con la virulencia con que se propalan en China, España, Italia y Japón.

Pero eso sí… los diarios, las radios, los canales y las revistas autóctonas le brindan kilómetros y kilómetros de espacios que apenas si llegan a 10 infectados con solo una muerte confirmada de un señor de 64 años, que además tenía otros problemas de salud como la hipertensión, insuficiencia renal, bronquial, diabetes… y nos deja en la duda si realmente este señor murió de Coronavirus o del resto de sus males.

El negocio de prevenir

Hete aquí que los medios solo hablan de Coronavirus y los barbijos que parecen un elemento infaltable en las prevenciones para la enfermedad pueden comprarse en un variado arco de 250 pesos la unidad que solo dura un día hasta algunos sofisticados que se los tarifó en un demencial precio de 24.000 pesos argentinos cada uno, que demuestra una vez más lo solidarios de muchos de nuestros comerciantes.

Pero cuando alguien decide observar la relevancia de esta patología heredada supuestamente de China, se llega a la conclusión que mucho más grave que ella es, por ejemplo, la Gripe A o el Dengue que en Argentina han causado verdaderos estragos en nuestra salud y casi ni le ponemos el acento que la gente y los medios le dan al Coronavirus, ni toda la atención y el marketing de su protocolo.

Invisibilizando otras enfermedades

Por ejemplo, en España se comprobó que en 100 años de Gripe en su país murieron unas 50 millones de personas. O que en Estados Unidos en el 2016 murieron 56.000 pacientes engripados sin que se publicara con la intensidad de Coronavirus lo que debería ser difundido con mayor potencial.

Ni qué hablar del Dengue y el mosquito que lo produce que supera ampliamente en estas regiones lo que el Coronavirus viene impactando con muchas menos cifras lamentables y sin embargo parecería que es lo único que nos preocupa.

Por eso, y en función de toda la parafernaria que generan los protocolos y mirando las diferencias abismales entre la Gripe y el Dengue respecto del Coronavirus me pregunto a quien le interesa que esto sea tapas y tapas de publicaciones, temas y temas de noticieros y títulos y títulos de notas que buscando golpes de efecto, ignoran o enmascaran otras historias que a lo mejor son mucho más graves y relevantes que una infección sobredimensionada que todavía tiene estadísticas nacionales por debajo de otras enfermedades que sí nos causan verdaderos estragos y sobre las que no hay difusión y mucho menos prevención.

Por eso insisto que el Coronavirus tiene un excelente marketing de mercado y vaya a saber con esta difusión mayúscula a quien le estamos haciendo el caldo gordo.