Al momento serían tres los casos confirmados de COVID-19, también se clausuro un Carrefour en La Plata

Al menos tres trabajadores de supermercados de la ciudad de Buenos Aires se encuentran en cuarentena obligatoria con la confirmación de que fueron contagiados con coronavirus (Covid-19), según trascendió cerraron durante el mediodía para realizar una desinfección  , con la clara intención de volver a abrir la sucursal durante el día de mañana.

La sucursal donde los propios empleados denuncias los casos  es la ubicada en French y Pueyrredón del barrio porteño de Recoleta , pero segúnn pubica el diario BAE Negocios, habría otros casos confirmados  en un Coto de Once frente a Plaza Miserer y otro caso en el Carrefour Express de Córdoba y Ecuador, con lo cual sumarían cinco casos positivos.

Además del personal de las fuerzas de seguridad y los trabajadores de la salud, el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio obligó a otros trabajadores de supermercados a permanecer en sus puestos, una de las actividades exceptuadas y una de las actividades más expuestas al virus.

Clausuran un  Carrefour de La Plata por el desborde de gente, falta de insumos para protección  y por no respetar los precios máximos

El Market del microcentro platense había excedido la capacidad de personas habilitadas para esa sede. Además, tampoco contaban con empleados controlando los ingresos y egresos de los compradores.

Se verificó que en el interior del local no se respetaba el metro de distancia en el sector de cajas. Ante esta situación, los agentes labraron el acta correspondiente, se procedió a desalojar el local y bajar sus persianas, según público el Portal 0221.com.ar, de la localidad platense.

Cabe recordar que el 30 de marzo pasado otra sucursal de la misma cadena de supermercados había sido notificada por irregularidades. En esa ocasión el despliegue se realizó en el Carrefour Market de calle 12 y 57, donde se comprobó el faltante de productos de primera necesidad en las marcas que cuentan con acuerdo de precios.

Además durante la inspección realizada en el local de la esquina de 11 y 47 se constató que no se cumplía con el acuerdo de precios y se registraron incrementos de hasta 20% por encima de los valores acordados con el Gobierno. Además, las autoridades locales descubrieron que no contaban con la documentación respaldatoria y la facturación se estaba efectuando a nombre de una firma que no correspondía a la titularidad del mismo, entre otras irregularidades.