La familia junto al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) confirmaron que sus restos se habian enterrado en una tumba NN
Mariela Tasat era una adolescente que desapareció hace 15 años, más precisamente el 7 de septiembre de 2002. Su madre Luisa Olivera la buscó por años creyendo que su hija había sido víctima de trata. Así recorrió prostíbulos sin tener éxito sobre el paradero de su hija.
La ultima vez que vieron a Mariela fue en la puerta de su casa en Lanús Este. Y fue el primer caso documentado por Missing Children en el país. Luego de años de búsqueda Luisa se acercó a EAAF, junto a la organización pusieron en evidencia las falencias que tuvo el manejo del caso. Según las averiguaciones la joven fue atropellada por un tren en mismo día que desapareció.
Mariela estuvo internada dos días en el hospital hasta que finalmente falleció y fue enterrada en el cementerio de Lanus como NN. En la autopsia confundieron a la niña con una mujer de 30 años ya que estaba deformada por el accidente. Y esto fue lo que entorpeció la búsqueda de la niña.
Empieza a haber respuestas
Además de todo eso, cuando finalmente fueron a buscar los restos el cuerpo ya había pasado a un osario. Esta práctica que se hace en los cementerios cada 5 o 10 años aproximadamente. Estas pruebas son muestras de las falencias que tiene el Estado al momento de responder a un fallecimiento en la vía pública.
Para la exumación se debió correr el cuerpo que estaba encima de ella y recolectar los restos para hacer la prueba de ADN. De esta manera la prueba de ADN se hizo comparando los del cuerpo con los de su madre y hermana, los resultados dieron positivo.
El equipo de Antropólogos también descubrió que por alguna razón que se desconoce ReNaPer no había cargado al sistema las huellas de la niña. Un acto que muestra una vez más la negligencia del Estado. Como se pudo ver también con el caso de Luciano Arruga en su momento. En este caso el joven desapareció en 2009, y luego se encontró su cuerpo en 2014 enterrado como NN en el cementerio de la Chacarita.
La madre de Mariela, le brindó a los forenses un documento que constaba con 10 huellas, las cuales también dieron positivo.