
La medallista olímpica Eugenia Bosco fue una destacada figura del deporte argentino de 2024. Con 27 años, ganó la medalla de plata en vela, en la clase Nacra 17, junto con Mateo Majdalani en los Juegos Olímpicos de París. Dos meses después de la alegría y la gloria, Eugenia nacida en San Pedro decidió denunciar ante la Justicia que fue abusada sexualmente por su entrenador de las categorías formativas en el Yacht Club Olivos cuando ella era adolescente.
El testimonio estremece, Eugenia, reveló que su exentrenador Leandro Tulia abusó sexualmente de ella cuando tenía 12 años. La presentación se realizó en la Justicia de Vicente López y, a partir de su presentación, al menos tres mujeres más se acercaron espontáneamente a relatar episodios similares que vivieron con la misma persona, que fue licenciado de su cargo por el club náutico, con goce de sueldo.
Bosco, quien fue abanderada de la delegación argentina en la ceremonia de clausura de París 2024, contó que luego de la obtención de la medalla plateada, decidió charlar sobre lo ocurrido con su psicólogo, luego con sus padres y al volver a la Argentina se presentó a radicar la denuncia en la UFE Género de Vicente López, a cargo de Lida Osores Soler. Los hechos, según relató en una entrevista con el diario La Nación, ocurrieron cuando tenía 12 años y formaba parte de la escuela Optimist.
Optimist es la práctica inicial en vela destinada a niños y niñas de entre 6 y 15 años. Allí, desde hace 20 años, Tulia estaba a cargo de esta enseñanza e incluso vivía dentro del Yacht Club de Olivos, por lo que, durante los fines de semana, los alumnos se quedaban a dormir para optimizar el tiempo de aprendizaje o para no tener que viajar a sus lugares de residencia, en este caso su San Pedro natal. “Sucedió cuando era muy chica, o sea, cuando estaba navegando en Optimist.”
“No sé cómo explicarlo, pero fue algo que pasó, que no lo controlé, tenía 11 ó 12 años y lo aparté de mi vida hasta hace un par de años que lo pude ver, trabajando obviamente y con gente acompañándome. Lo pude volver a mi mente y arrancó otro proceso. Yo sabía que había algo en mí, no sabía de dónde venía, pero sabía que había algo. Y cuando esto vino empecé a entender un montón de cosas”, afirmó Eugenia Bosco.
“Es una edad en la que empezás a clasificarte a campeonatos, a viajar sola, a tener un grupo donde te mezclás mucho. Yo venía de San Pedro todos los fines de semana, viajaba a veces con mi hermano (Santiago, dos años mayor y con el que llegó a disputar un Mundial en 29er, otra categoría juvenil), a veces sola y después éramos un grupo grande que se quedaba a dormir en el mismo lugar, todos bajo el cuidado de esta persona. Era un pequeño mundo.”
“Que al final, cuando sos niño, es muy divertido porque estás con tus amigos, estás en un ambiente que creés que controlás, digamos, porque estás en un club, te sentís cuidada y sobre todo tus papás confían y te dan esa confianza de quedarte a dormir ahí. También nosotros hacemos un deporte al que le dedicamos muchas horas. Yo iba todos los fines de semana y a eso le sumaba quedarme a dormir, así que eran muchas horas y mucha responsabilidad de esa persona de estar al mando de nosotros”, completó.
“Pasé por mil etapas de vergüenza, de no aceptarlo, de pensar que yo era la culpable. Después de un tiempo lo puse en la mesa y dije: ‘Yo era chica, no tenía el control de esta situación’”, afirmó Eugenia Bosco. La denuncia de la deportista no es la única. Luego de su iniciativa, otras mujeres sumaron testimonios contra el entrenador. Actualmente, la Justicia recogió los relatos de cuatro mujeres.
En el ambiente del club denunciaron que el entrenador manipulaba a sus víctimas para obtener “favores”, que iban desde masajes a tocamientos. Esto se hacía, siempre según los testimonios, bajo amenaza y, a veces, a cambio de privilegios. Estos últimos, muchas veces significaban prestarles el celular o la computadora para jugar o darles los mejores barcos para entrenar. Además, señalan presuntos comentarios sexuales que Tulia realizaba durante las clases teóricas.
En el caso particular de Bosco, denunció que el abuso ocurrió en el dormitorio del mismo entrenador, que en ese entonces vivía en el club. El entrenador trabaja en la escuela Optimist desde hace 20 años. “Él controlaba mis miedos”, agregó Eugenia y aclaró “No siento que me haya opacado. Es aceptar que pasé por mil etapas de vergüenza, de no aceptarlo, de pensar que era la culpable. Después de un tiempo lo ponés en la mesa y decís: yo tenía 12 años y no estaba en control de la situación, ¿por qué no contarlo?”.
La denuncia está en una etapa inicial de recabar testimonios, tanto de las víctimas como de testigos. El abogado de Tula, Daniel Marino Mazzocchini, resaltó la inocencia de su cliente y negó los hechos. “Datan de hace mucho tiempo, están prescritos, por lo que la causa naturalmente va a desenvolver en un sobreseimiento. No son abusos que revistan una entidad suficiente para generar un escándalo”, sostuvo.
Desde el Yacht Club Olivos no quisieron brindar declaraciones oficiales sobre los hechos denunciados. Aun así, un integrante de la comisión directiva aseguro que se mantienen “neutrales” ante la denuncia, que “no toman partido” y que consideran que “toda persona es inocente hasta que se pruebe lo contrario”. Señalaron además que están a la espera de lo que resuelva la Justicia, remarcaron la historia de “una conducta intachable de casi 100 años del club” y que “no quieren que un comentario fuera de lugar manche la trayectoria” del mismo.
Por el momento, la institución deportiva le otorgó a Tulia una licencia, por lo que continúa recibiendo su sueldo, pero se encuentra apartado de sus alumnos. El entrenador no vive actualmente en las instalaciones de la institución. En tanto, el presidente de la Federación Argentina de Yachting (FAY), Luis Velasco, comentó que de la entidad deportiva tomaron medidas preventivas para que estas circunstancias no se repitan, entre ellas la creación de una página de denuncias anónimas en su sitio web.
También crearon un comité de crisis permanente que estuvo en contacto con las denunciantes, y el desarrollo de un curso obligatorio para temas de violencia y abusos en el marco de la federación para todos los que tienen certificación de entrenador. Aseguró que hubo 120 asistentes en cada uno. Además, afirmó que se comunicaron con las víctimas antes de que se realizara la denuncia formal y que, una vez que se efectuó, hablaron con el club, que les informó de la suspensión del denunciado.
“Ante la suspensión y existiendo un procedimiento penal en trámite, no podemos intervenir de forma directa mientras dure el trámite. Pero nos reunimos con las personas que manifestaron haber sufrido o ser víctimas para ver por qué el sistema no funcionó para que no se sintieran en la confianza de hacer la denuncia antes o haberle pedido ayuda a las autoridades del club o la federación”, sostuvo y agregó: “Desde nuestra parte, es acompañar a las deportistas, que sepan que pueden contar con la Federación y tener el asesoramiento que pueden necesitar”.
La fiscal Lida Osores Soler es quien está tomando las denuncias a las nuevas víctimas que se presentaron a declarar y que por ello se encuentra en trámite el proceso. También se llamó a indagatoria a Tulia. La investigación está en su etapa inicial recabando testimonios, tanto de las víctimas como de testigos. Se determinará la gravedad del delito y la tipificación penal que le corresponde. Desde el entorno de Bosco aclaran que no hay una demanda civil ni un reclamo de dinero, sino que se trata de un pedido de justicia.
Si creés que una niña, niño o adolescente pudo haber sido o está siendo víctima de cualquier tipo de violencia, incluida la sexual, es fundamental que hagas la denuncia. La línea 137 pertenece al Programa Las víctimas contra las Violencias, del Ministerio de Justicia de la Nación. Es gratuita, nacional y brinda contención, asistencia y acompañamiento las 24 horas, los 365 días del año. También podés enviar un WhatsApp al 11 3133 000 desde cualquier lugar del país.
Un equipo de psicólogas y trabajadoras sociales atienden las consultas. En caso de ser necesario se comunicarán al 911.