La causa que investiga el crimen de Fernando Pérez Algaba (41), el empresario hallado asesinado y descuartizado el 22 de julio pasado en la localidad Ingeniero Budge, todavía no pudo establecer el móvil ni acercarse a los autores materiales.
A dos semanas de la aparición del cuerpo, los investigadores analizan las antenas de los teléfonos celulares de la víctima y el círculo más cercano, y buscan reconstruir cómo fueron sus últimas horas de vida.
Hasta el momento lo que se sabe es que el 18 de julio pasado, cerca de las 5 de la tarde, Pérez Algaba se encontró con personas conocidas, Maximiliano Pipelich y Nahuel Vargas, en un loteo de General Rodríguez, ubicado en el kilómetro 59 de la ruta 7.
Allí el empresario entregó la camioneta Land Rover de Pipelich a cambio de una deuda que mantenía con él y hasta el momento ese es el último rastro que existe del empresario con vida.
News Digitales accedió a la declaración de Pipelich, un testigo considera clave por los investigadores.
¿Qué dijo? Entre otras cosas reconoció la deuda económica que mantenía con la víctima y también habló sobre los problemas que el empresario mantenía con los barras de Boca Gustavo Iglesias y su hijo Nazareno.
Otro punto importante de la versión de Pipelich es que señaló que había otras personas que también estaban pendiente de la deuda que estaban por saldar porque querían cobrar que Fernando les devolviera una importante cantidad de dinero.