En 2017, un hombre violó a dos jóvenes estudiantes de 26 años, las torturó y prendió fuego el lugar creyéndolas muertas. La superviviente abrió el debate 

Ana Laura González (29) fue una de las protagonistas de un brutal caso de femicidio que conmovió a toda la Argentina y solo sobrevivió al ataque porque el criminal prendió fuego la casa donde todo se desarrolló creyéndola muerta. Sin embargo, ella luchó y consiguió ayuda. Ayer, cuatro años después, abrió el juicio oral que se le sigue al único imputado que tiene la causa, Ariel Osvaldo “Papu” Báez (26).

Según quedó establecido en la investigación previa al debate, el hombre ingresó ilegalmente a la casa de Emma Córdoba de 126 entre 5 y 7, de Punta Lara, partido de Ensenada, buscando a su exnovio. Pero él no estaba y sí estaba la joven, de 26 años, estudiando junto a Ana Laura, su amiga y compañera de la carrera de Medicina de la Universidad Nacional de La Plata. 

Con el escalofriante testimonio de Ana Laura, arrancó el juicio por un brutal femicidio en Punta Lara
Ana Laura González abrió el juicio que se le sigue a Ariel Báez

Fuera de sí, el salvaje atacó a ambas chicas, las obligó a practicarle sexo oral y a que se manosearan entre ellas, para después violarlas, golpearlas con diferentes elementos contundentes, torturarlas y quemarlas. Finalmente abandonó la escena prendiendo fuego la vivienda, y creyendo que las víctimas estaban muertas

Ana Laura logró sobrevivir al suceso, suerte que lamentablemente no corrió Emma, y ayer dio inicio al juicio que lleva a cabo el Tribunal Oral en lo Criminal número 5 de La Plata. Ella, además de víctima y testigo, es particular damnificada en la causa y está representada por el abogado Gerónimo Guerrero Iralola.

Antes de comenzar a hablar, pidió que no esté presente Báez y entonces se lanzó al estremecedor relato. Dijo que ese día, 8 de julio de 2017, llegó a Punta Lara en micro y fue recibida por su amiga: “Fuimos al kiosco a comprar una cerveza y luego a su casa. Nos encontramos con este hombre (el imputado). Nos saludó y se puso a hablar con Emma. Era su vecino y nos presentó. Caminó unos metros con nosotras e ingresó a la casa de al lado”.

La noche transcurrió con total normalidad y recordó que luego de cenar y escuchar música, Emma le pidió que abriera la puerta de la vivienda para que entraran los perros, momento en que “una figura se abalanzó con un arma en la mano, con tambor y caño largo. Ahí no lo reconocí. El forcejeó y me metió (en el inmueble). Ya adentro, le preguntaba a Emma dónde estaba su marido, Damián, y decía que el problema no era con nosotras sino con él, que iba a aprender a no meterse con él”, continuó.

Sin atisbo de dudas, lo reconoció durante el ataque por “el tono similar de voz” y porque “tenía la misma ropa (que durante el encuentro de esa tarde)“ y además porque su amiga durante el hecho lo nombró como “Ari”. 

Ante los integrante del tribunal, sentenció: “Fue Ariel Báez. El mismo que me había presentado hacía un rato Emma”.

Con el escalofriante testimonio de Ana Laura, arrancó el juicio por un brutal femicidio en Punta Lara
La víctima del femicidio, Emma Córdoba (26)

Entonces continuó con el relato y contó que el hombre empezó a pegarles, a lo que Emma intentó defenderse: “Me dijo que éramos dos y podíamos contra él. Le respondí que no lo enfrentemos porque estaba armado, pero ella le pegó con una botella. Él la golpeó y ahí nos golpeó a las dos”.

Luego “nos obligó a practicarle sexo oral y nos filmaba, y nos obligó a tocarnos entre nosotras”. De ahí las llevó a la planta alta y “nos llevó a la cama, nos violó y nos golpeó con el arma. Nos orinó y nos golpeó con algo más grande. A mí me había atado con un cable y a Emma con un cinto, y nos envolvió con una sábana. Nos golpeó con un aerosol y luego a ese aerosol lo usó para prender fuego una frazada”.

Aclaró a su vez que Báez utilizó una pala para agredirlas y después ella escuchó ronquidos y más tarde que la puerta se cerró con llave. Ahí agarró un cuchillo y rompió los cables. “Me levanté y vi a Emma inconsciente. Tenía pulso y le pedí que aguantara, que la iba a sacar de ahí. Rompí el vidrio de la entrada y había luz”, recordó. Ana Laura indicó que momentos después volvió a revisar a su amiga, pero ya no tenía pulso”.

Arrastrándose llegó a la calle, donde recibió la ayuda de los vecinos y los bomberos, que acudieron luego de un llamado de los frentistas al ver fuego en la casa de Emma. 

Con el escalofriante testimonio de Ana Laura, arrancó el juicio por un brutal femicidio en Punta Lara
La casa de Punta Lara donde se perpetró el femicidio de Emma

Poco después, el hombre fue capturado en su domicilio, lindante al de Emma, donde descansaba junto a su bebé de un año y su mujer. De su inmueble, los detectives de la DDI incautaron armas, prendas con sangre en el lavarropas y diversos elementos de interés, como cosas que les había robado a las víctimas.  

Al concluir la declaración de Ana Laura, la defensa del acusado pidió una rueda de reconocimiento de Báez por parte de la joven, que fue aceptada por la fiscal de juicio, Silvina Langone, y se realizará el lunes a la mañana en la DDI de La Plata.

Para el debate, que se estima que demandará un total de cuatro jornadas, está previsto que declaren unos 62 testigos, entre peritos, policías, familiares de las víctimas y vecinos.

El hombre está acusado de múltiples delitos: “violación de domicilio, privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el empleo de arma, abuso sexual con acceso carnal agravado por el empleo de arma, tentativa de homicidio doblemente agravado con ensañamiento y mediando violencia de género, homicidio doblemente agravado con ensañamiento y mediando violencia de género, hurto y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización”, que prevén la pena de prisión perpetua.