Graciela Sosa, madre del joven asesinado en Villa Gesell en enero de 2020, habló sobre sus días sin su hijo acompañada de su esposo.

Se cumplen dos años del asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell. En el 2023 se llevará a cabo el juicio contra los rugbiers que se encuentran acusados de golpear hasta la muerte al joven en la salida de un boliche. Graciela Sosa, madre de la víctima, manifestó que el juicio será un alivio para ella y su marido y que tratan “de vivir de su recuerdo”.

El próximo 18 de enero se llevará a cabo una conmemoración en el lugar de los hechos. “Espero sentir algo de alivio y paz con la condena, pero tengo una herida latente que no tiene cura (…) A veces no tengo ganas de seguir viviendo, pero pienso en mi marido y digo ‘tengo que ser fuerte’. Es muy difícil, no le deseo a nadie esto. Lo extrañamos muchísimo en estos días de fiesta. Pusimos los tres platos, pero él no está. Es muy difícil seguir viviendo, por eso quiero justicia”, manifestó Graciela en diálogo con TN.

“Que te llamen y te avisen que murió tu hijo… es la peor noticia de mi vida. Y que te digan que tomes la decisión de elegir en qué cajón va tu hijo, yo no lo podía creer”, y agregó: “Estamos pensando con Silvino ir por primera vez al lugar en el que asesinaron a Fernando”.

La convocatoria a una nueva conmemoración por el aniversario del asesinato

Según informaron los padres de Fernando en un comunicado: “Queríamos comunicarles que el próximo 18 de enero se cumplen dos años del brutal asesinato de nuestro hijo Fernando José Báez Sosa y hacemos una convocatoria en Paseo 102 y Avenida 3, en Villa Gesella las 20.30 horas. Hoy más que nunca necesitamos el apoyo de todos ustedes para seguir pidiendo justicia. Los esperamos y gracias a todos por el apoyo que siempre hemos recibido de todos ustedes. Graciela y Silvino”.

Recordando a su hijo, Graciela sostuvo: “Los días no pasan para nosotros. Es muy triste y doloroso no tener con nosotros a Fernando”, “Lo que más extraño de él son los bailes juntos, las fiestas, los momentos cuando llegaba y me bromeaba y decía ‘mami ya llegué’, y cuando quería algo empezaba a hacerme cosquillas hasta que le dijera que sí”.