El Colegio de Farmacéuticos evaluó los períodos en los que hubo más humo y detectó un incremento en fármacos para aliviar síntomas respiratorios.
No hay antiestamínicos, antialérgicos ni gotas que alcancen cuando del humo proveniente de las quemas en las islas es intenso y prolongado. Está afectando de distintas maneras a los ciudadanos. Y hay días, como los últimos, en los que la situación se torna insoportable. Las quejas tienen fundamento y la salud se está viendo afectada por la toxicidad del aire que se respira. Así lo afirman los farmacéuticos, en este caso de Rosario, porque cada vez que se quema aumenta la venta de fármacos para aliviar síntomas respiratorios y oculares.
El humo se sintió en toda la ciudad de Rosario en los últimos días, y podría continuar hasta el miércoles.
Las gotas que en forma habitual se usan para la sequedad y picazón de los ojos se vendieron mucho más que de costumbre. Si se repasa lo que ocurrió en las farmacias en el último año cada vez que el humo de la zona de las islas invadió toda la ciudad, las cifras muestran que en los días críticos hay una suba del 10% en la venta de gotas recetadas, un aumento que es aún más alto en las de venta libre.
Se trata de miles de unidades más por semana ya que son, de por sí, medicamentos que tienen una gran salida. Leonardo Jurado, del Colegio de Farmacéuticos de Rosario, comentó a La Capital que el año pasado, especialmente durante el verano, al igual que este último fin de semana, “en los días de humo muy visible, la desloratadina, que es un antialérgico, se vendió el 20% más que en los mismos períodos pero sin humo”.
Lo mismo ocurrió con la fluticasona nasal, que también se expende bajo receta, y que tuvo ese mismo incremento. “Corroboramos además que esos incrementos se dieron en las farmacias de Rosario y no de otras localidades de la provincia, lo que comprueba aún más que hay una relación entre el humo que llega a la ciudad y las ventas y consultas en los mostradores”, destacó Jurado.
Desastre ecológico y en la salud
En consonancia con lo que vienen planteando distintos especialistas de la ciudad, desde la Facultad de Ciencias Médicas de la UNR emitieron un comunicado en el que señalan que la quema de humedales “es un desastre ecológico” con “graves consecuencias sobre la salud”. Por una práctica “irresponsable y descontrolada”, indicaron los profesionales en el escrito.
“Se multiplican nuevamente las consultas por síntomas como tos, dificultad para respirar, silbidos en el pecho, ardor en los ojos, irritación faríngea, rinorrea (líquido en la nariz) y dolor en pecho, característicos de la intoxicación por humo”. Los médicos detallan que la quema de árboles y pastizales genera “gases y partículas de diferentes tamaños”. La afectación se produce “incluso en individuos sanos pero que la pasan mucho peor los niños, los adultos mayores y las embarazadas”.
También: “los pacientes con enfermedades alérgicas (estos representan el 25% de la población general) y los que tienen Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (alrededor del 10% de los adultos)”. Estas cenizas, y el humo que se desprende de la quema genera un incremento a corto y largo plazo de padecimientos respiratorios y cardiovasculares. En 2020 un informe presentado en la Corte Suprema de Justicia, habla de la gravedad del asunto.
Ese informe fue redactado por el decano de la Facultad de Ciencias Médicas, Jorge Molinas, junto al director de la Escuela de Graduados, Pablo Arias, sobre la contaminación del aire por humo y el aumento de la morbimortalidad respiratoria y cardiovascular provocada por las quemas. Al no haber respuestas, los médicos exigieron una vez más: “medidas inmediatas a las autoridades responsables de controlar los incendios y castigar a los culpables, para que nuestro pueblo pueda volver a respirar”.