Fue acusado de quedarse con un campo para defender a dos personas, que terminaron presas. “Es de los abogados que te generan el problema para darte la solución”, describieron en Zárate. Claro, “esa solución” es en dólares

Es un secreto a voces, que seguramente ahora nadie podrá confirmar, que los padres del más violento de los violentos rugbiers detenidos en Dolores, Máximo Thomsen, son los que contrataron al abogado Hugo Tomei, para encarar esta defensa tan particular como monolítica. Y para algunos, exótica.

“Ellos le pagan”, confirmó una fuente de Zárate, muy cercana al gobierno comunal, donde Tomei siempre se movió como pez en el agua. Se sabe: la mamá de Thomsen, Rosalía Zárate, era la secretaría de Obras Públicas hasta el brutal crimen a Fernando Báez Sosa, del cual hoy se cumple un mes. Tuvo que renunciar.

El doctor Tomei y el intendente Osvaldo Cáffaro, vecinalista y actualmente del kirchnerismo, son una sociedad de hecho para todo lo que sea menester en cuestiones legales. “Y otras yerbas”, sigue la misma fuente.

Tomei es el “Burlando de Zárate” y su socio en las sombras, Horacio Henricot, es el Fabián Améndola, en cuanto a quien aparece en los medios, y quien escribe. “Uno da la cara, el otro es el cerebro”, parangonó el informante, quien supo ser cercano al jefe comunal.

Hay una máxima en el mundo de los abogados penalistas que ahora parece circunscribirse a este caso. “Tomei es de esas personas que te generan el problema, para después darte la solución. Obvio, esa solución sale unos cuantos dólares”, abundó.

El abogado, de perfil bajo y respetado en los ámbitos judiciales, afrontó una profusa denuncia por lo que algunos creen, puede haber sido una práctica habitual en su profesión.

Los hermanos Cerezales, acusado en 2004 de secuestro extorsivo, han sido algo así como una pesadilla judicial para Tomei, la cual ahora resurge del arcón de los recuerdos.

Una historia que conocemos

La historia es más o menos conocida: complicados por la Justicia, recurrieron al estudio de Tomei (y de Henricot) para que los defendiera. Como no tenían efectivo, les hicieron ceder la escritura de un campo a una interpósita persona presuntamente vinculada con los abogados.

“Para ser asistidos en dicho proceso -dice la denuncia judicial- la esposa de José Cerezales contrató los servicios de los doctores Tomei y Henricot. El 16 de noviembre de 2004 el doctor Faggionatto Márquez declaró la falta de mérito de los hermanos Cerezales y ordenó su inmediata liberación”.

Luego, la Sala II de la Cámara Federal de Apelaciones de San Martín revocó la decisión y dispuso la inmediata detención. Se efectivizó el 30 de enero de 2006.

En el medio de todo esto, según la presentación, Tomei y Henricot, se quedaron con un campo propiedad de los detenidos Cerezales. Por eso, en 2006 cambiaron de abogados.

Y en la fiscalía de Campana, el 10 de enero de ese año, denunciaron que fueron “despojados del campo de 117 hectáreas ubicado en el Partido de Exaltación de la Cruz (…) por una maniobra perfectamente orquestada por nuestros abogados defensores en la causa n° 37/04, doctores Tomei y Henricot (…) con la complicidad Juan Ismael Laguzzi, no pudiendo descartarse la participación del Juzgado Federal de Campana…”

La denuncia vertebra la causa 6963 de 2006, parte de la cual, luego integró el expediente que terminó con la destitución del juez federal de Campana Faggionatto Márquez, en 2009.

Laguzzi fue la persona a la cual le cedieron la escritura del campo los hermanos Cerezales cuando comenzaron sus problemas con la Justicia, al momento de entrevistarse con Tomei, según su versión.

El caso jamás fue esclarecido, aunque el Tomei le dijo a la revista Noticias que “fue sobreseído” y “que nunca tuvo ningún campo”. Pero, se sabe, el juez fue destituido, y la posibilidad de que esta sea una práctica habitual por parte del hoy abogado de los rugbiers no es descartada por nadie.