Un tornado en el noroeste de Haití causó al menos 50 heridos, destruyó 200 casas y dejó sin hogar a más de 300 familias, según Naciones Unidas.

Las autoridades meteorológicas haitianas advirtieron de inundaciones y corrimientos de tierra tras la tormenta del martes en la nación caribeña, una de las más pobres del mundo y propensa a los desastres naturales.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU, que coordina la asistencia, comunicó este miércoles que la Cruz Roja local y la agencia de protección civil estaban proporcionando ayuda y evaluando los daños en la zona más afectada de Bassin Bleu, a unas 15 millas (25 km) al sur de Port-de-Paix.

Más de 360.000 personas se encuentran ya desplazadas en Haití, según estimaciones de la ONU, en su mayoría de la capital, Puerto Príncipe, debido a un conflicto con bandas armadas que tomaron el control de la mayor parte de la ciudad. Muchos se alojan en campamentos improvisados o viajaron hacia el sur.

Estaba previsto que esta semana aterrizara un despliegue de agentes de policía kenianos al frente de una fuerza internacional antipandillas destinada a ayudar a la policía nacional a restablecer la seguridad, pero según fuentes consultadas por la agencia de noticias Reuters se retrasó.

Con el inicio de la estación de lluvias, la ONU advirtió del creciente riesgo de enfermedades transmitidas por el agua, como el cólera, especialmente para las personas desplazadas.