El lujoso MiM de Sitges está ubicado al pie de una pista de esquí en la ciudad española de Lleida pero tendrá que ser demolido
Cuando Lionel Messi compró un lujoso hotel al pie de una pista de esquí en la ciudad española de Lleida por 30 millones de euros, nunca creyó que estaba siendo estafado ni que estaría envuelto en serios inconvenientes legales, pero ni siquiera las estrellas escapan de las fatalidades.
En 2017, Messi finalizó la adquisición del hotel MiM de Sitges, gestionado por la cadena Majestic. Se trata, de acuerdo a su propia página web, de un hotel boutique de cuatro estrellas, con todo tipo de servicios como un gimnasio, piscina y sky bar, entre otras comodidades. Tiene también 141 habitaciones pero lo que no mencionan es que, a su vez, tiene pendiente una orden judicial firme de demolición.
Ajeno a ese detalle, Messi compró el edificio y nunca supo que el mismo incumplía la normativa urbanística, ni que el Ayuntamiento de Sitges había ordenado que sea derribado.
Los motivos de la demolición es porque el dueño anterior al que el jugador del PSG le compró el hotel, Francisco Sánchez Rodríguez, sobrepasó con unos balcones los límites autorizados para la construcción del inmueble.
Dichos balcones sobresalían unos dos metros de la fachada y se encontraban enraizados en la estructura del edificio, por lo que para corregirlos y legalizarlos hay que derrumbar el inmueble por completo.
“Es imposible derribar únicamente los elementos salientes, ya que están sustentados en la estructura”, dijo Sánchez Rodríguez, y lo que hizo entonces fue desprenderse de su bien y vendérselo a Messi, quien desconocía las irregularidades del hotel.
Actualmente, el Ayuntamiento insiste en derribar la estructura aunque todavía se “debe valorar técnicamente cuál es la manera de dar cumplimiento a la sentencia teniendo en cuenta los riesgos”.
A todo esto, lo único que dijo Messi al ser consultado por el tema fue un lapidario: “Sin comentarios”.
