
Este tipo de empresas se caracterizan por brindar relaciones laborales desfavorables para sus empleados, los cuales para poder trabajar deben tener monotributo, no cuentan con obra social, están expuestos a peligros de seguridad en la vía publica, no cuentan con aportes jubilatorios e incluso carecen de indemnización por despido.
Dichas empresas se jactan de ser el “empleo del futuro”, pero en cambio son empresas que cuentan con empleados precarizados.
Este año a pesar del fallo creado por la Justicia Nacional del Trabajo a favor de la reincorporación de los empleados despedidos por la aplicación Rappi la empresa decidió pagar la multa porque se rehúsa a reincorporarlos.
El abogado de APP (Asociación de Personal de Plataformas) José Tribuzio aseguró que la empresa pagó $58.000 a cada ciclista despedido y explicó que “la empresa planteó que no va a cumplir porque es ajeno a su modelo de negocios e hizo el depósito de las multas. Prefiere pagar la sanción hasta que salga la sentencia definitiva”