Se comunicó durante media hora y a través de una videollamada con el titular del Comité Olímpico Internacional
La tenista china Peng Shuai, una de las mejores deportistas de aquel país, dio señales de vida este domingo y afirmó estar en buen estado de salud, luego de que nada se supiera de ella por varias semanas tras haber denunciado a través de las redes sociales por abuso sexual a un ex viceprimer ministro.
Fueron casi tres semanas en las que el mundo nada supo de la jugadora que supo ser número 1 en dobles y campeona de Roland Garros en esa instancia. Hoy se comunicó mediante una videollamada que se extendió por media hora con Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI). En la misma aseguró estar “bien y a salvo”.
La charla entre las partes fue confirmada por el propio COI a través de un comunicado, en donde se señala que Peng Shuai “explicó que estaba sana y salva, pero que le gustaría que su vida privada fuera respetada”. En tanto, también indicó que “prefiere pasar tiempo con sus amigos y su familia” y que está viviendo en Beijing, además de relatar que continuará con su carrera deportiva.
“Me alivió ver que Peng Shuai está bien, que era nuestra principal preocupación. Parecía estar relajada. Le ofrecí nuestro apoyo y que se mantuviera en contacto en cualquier momento que le fuera conveniente, lo que agradeció”, dijo Emma Terho, presidente de la Comisión de Atletas del COI.
Al final de la llamada, Bach invitó a la deportista “a una cena” cuando el titular del COI llegue a Beijing en enero, lo que ella aceptó.
La tenista había acusado el 2 de noviembre a Zhang Gaoli, una antigua figura del Partido Comunista y 40 años mayor que ella, de haberla obligado a mantener relaciones sexuales en varias ocasiones. Veinte minutos después, el mensaje (que había sido difundido por Weibo, una red social china similar a Facebook) fue borrado y durante tres semanas nada más se supo de la mujer.
En el escrito, la también campeona de Wimbledon en 2013, decía que hace diez años había tenido un encuentro sexual consensuado con Zhang, pero luego habían perdido contacto. Entre 2013 y 2018, el hombre, que es uno de los hombres políticos más poderosos de China, aseguró que la agredió sexualmente.
“No tengo ninguna prueba, no hay forma de tenerla. No podría ni describir lo asqueada que estaba y cuántas veces me pregunté si todavía soy humana. Me siento como un cadáver andante”, describió.