Thomas Fabián DomÃnguez, uno de los seis detenidos por la horrorosa violación grupal en Palermo, pidió ampliar su declaración indagatoria y presentó un escrito en el que negó “categóricamente todos y cada uno de los hechos” por los que está acusado.
Denunció que “las crónicas introducidas en la presente son por demás falaces, y con un tinte de provocación exponencial”. “Ello me obliga recatadamente a tener que responder de todo el entramado preparado por los actores del proceso en su calidad de denunciantes, teniendo por objeto perjudicar literalmente mi persona”, desafió.
DomÃnguez brindó su propia versión de los hechos, reconoció que tuvo “un acercamiento a la chica” vÃctima de la agresión sexual y explicó: “tenemos cruce de miradas y sentÃa interés mutuo. La empiezo a besar parados y la abrazo”.
Tras describir una situación en la que presuntos agresores y vÃctima compartÃan un momento de diversión, DomÃnguez declaró: “en el camino observo que la chica se besaba con el chico morocho y no recuerdo si con alguno más, pero una vez que llegamos a la esquina donde estaba el auto recuerdo haberme quedado afuera contra la pared al lado de la panaderÃa”.
En esas circunstancias identificó a quienes se introdujeron en el vehÃculo y explicó que él nunca estuvo en el interior del rodado: “Sin ingresar al auto, solo estirando mi mano por la ventanilla del vehÃculo pido un cigarrillo”. “En ningún momento ingresé al vehÃculo, solo extendà mi brazo dentro pidiendo un cigarrillo, no paseé alrededor haciendo guardia ni nada que se asimile a esa conducta”, insistió.
En ese sentido, en el escrito volvió sobre el tema: “Recalco no hacer entrado por ninguna circunstancia al auto, no conozco el interior del auto, sólo mi brazo para pedir un cigarrillo”. DomÃnguez también explicó la pelea con un vecino que intentaba filmar con un celular lo que estaba ocurriendo en el automóvil y lejos de considerarse agresor, se colocó en el papel de agredido.
“La persona que estaba al lado no reacciona mal y trata de explicar. Pero quien tenÃa el teléfono sà reacciona mal y se para al mismo tiempo que agarra una piedra tipo pedazo de ladrillo y empieza a amenazar, a lo que yo reacciono y se comienza armar una pelea”, relató.
El procesado reconoció el consumo de drogas y alcohol esa noche y denunció que en el boliche en el que habÃan estado con la vÃctima se vendÃa éxtasis. “Esa noche solo consumà alcohol, y éxtasis dentro del boliche. Afuera solamente tomé cerveza y fumé marihuana. Personal del local bailable expendÃa éxtasis, ejemplo de ello, la que servÃa los tragos, a la vez que vendÃa entradas de ingreso, no obstante que otra gente desconocida también ofrecÃa éxtasis dentro del local”, reiteró.
Además explicó el hallazgo de manchas de semen en su calzoncillo. “Con respecto al beso que nos damos con la chica en el kiosco, recuerdo frotamientos pélvicos. (…) Mi miembro se erectó y como siempre que eso me sucede, lo acomodo metiendo mi mano desconociendo si habÃa una mÃnima parte del lÃquido pre seminal“.
“Quizás también ese semen se pudo haber escapado durante los besos reiterados e intensos que mantuve con otra chica dentro del boliche bajo los efectos del éxtasis”, sostuvo en el escrito.
El abogado Alfonso, quien acompañó la instancia, adelantó que pedirá que la ampliación de indagatoria sea incorporada a las actuaciones que tiene a estudio la Cámara del Crimen por las apelaciones de todos los detenidos.