El conductor de televisión Guillermo Andino padece la existencia de una cuenta falsa que se hace pasar por él en Twitter desde hace cuatro años.

Todo comenzó en julio del 2016. El conductor televisivo Guillermo Andino y su familia comenzaron a recibir todos los días burlas y acosos provenientes de las redes sociales: en Twitter, existe una cuenta falsa que se hace pasar por el periodista, armada con su nombre y desde la cual se realizan posteos como si realmente se tratara de él, escribiendo de manera sistemática bromas sobre el mismo conductor, su entorno y su familia.

Andino vive muy molesto con esta situación, a tal punto que decidió poner todo en manos de la Justicia. Harto del acoso, Guillermo quiere rastrear a la persona que se oculta detrás de esta cuenta falsa que lo deja en ridículo todos los días escribiendo chistes de mal gusto.

Según el sitio Teleshow, a través de sus abogados Andino habilitó que se efectuara una investigación oficial, mediante una denuncia presentada en la Superintendencia de Delitos Tecnológicos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.

Si bien tanto el conductor de América como su esposa, Carolina Prat, se niegan a hablar públicamente sobre este asunto por consejo de sus abogados, en la intimidad reconocen que sufren mucho por las consecuencias de los mensajes de esta cuenta falsa, que muchos usuarios de Twitter creen que es la cuenta verdadera de Andino.

Guillermo y Carolina están cansados del acoso y el hostigamiento permanente. En las últimas semanas, las bromas, que al principio tenían como blanco solamente al periodista, alcanzaron también a su mujer. Fue entonces cuando las hijas del matrimonio pidieron que se hicieran algo al respecto.

Captura de Carolina Prat esposa de Guillermo Andino

Días atrás, Prat se manifestó en su cuenta de Instagram para advertir a sus seguidores sobre la existencia de la cuenta falsa. “Enferma o enfermo de la cabeza, ¿quién se esconde detrás de este usuario, usurpando el nombre y apellido de mi marido? La Justicia se está encargando de este delito”, escribió la conductora, ofuscada. Pero el intento no alcanzó, y los tweets apócrifos continuaron.

Por el momento, el delito en el que está encuadrada esta situación es el de usurpación de identidad. El proceso legal y policial ya está en marcha, y en las próximas horas podría producirse una notificación judicial, ya que se han rastreado las computadoras desde las cuales se escriben los mensajes.