No es ningún secreto que Google graba nuestras conversaciones con su Assistant después de que decimos “Ok Google”. Pero lo que tal vez no sabíamos es qué utilizan personal tercerizado para revisar manualmente esas grabaciones, aproximadamente en alrededor de un 0,2 por ciento de ellas.

Ayer, VRT NWS publicó informes detallando cómo escuchó miles de grabaciones filtradas por un informante que trabajaba para Google.

Al menos una de las muestras de audio incluía la dirección de una pareja e información personal sobre su familia.

Aunque las grabaciones no están asociadas a las cuentas de usuario, la gente suele compartir información personal como nombres y direcciones que pueden revelar sus identidades. Y aunque Google no graba hasta que los usuarios dicen frases como “Google” u “OK, Google”, los dispositivos a veces escuchan mal otras palabras o frases y graban conversaciones en las que no están destinados a escuchar. Algunas de estas conversaciones acaban siendo transcritas por “expertos lingüísticos” contratados por la empresa.

Google afirma que la transcripción de conversaciones en varios idiomas es fundamental para crear una tecnología del habla que comprenda todos los idiomas, acentos y dialectos. Según la empresa, los revisores sólo deben transcribir audio dirigido a Google, no conversaciones de fondo u otros ruidos.

Sin embargo, la práctica, y el hecho de que los dispositivos de Google a veces graban audio por error, plantea muchos problemas de privacidad. Según Wired, los expertos dicen que Google está violando las normas de privacidad de la Unión Europea, que protegen los datos sensibles como la información médica y exigen transparencia sobre cómo se recopilan y procesan los datos personales.

Amazon también utiliza humanos para revisar y transcribir el audio recogido por sus dispositivos “Echo”. Por ahora, los usuarios tienen que decir una palabra antes de que el dispositivo comience a grabar (como en el caso de todos los dispositivos que utilizan las tecnologías de los de Mountain View), pero una patente sugiere que Amazon quiere eliminar incluso esa limitación.

A raíz de la viralización de esta noticia, un portavoz de Google se comunico con Wired e informo que la compañía revisará la forma en que aclara el uso de los datos a los usuarios. En definitiva, grabar y transcribir audio parece ser una práctica que abarca a toda la industria y lo único que estas tienen intenciones de cambiar es la transparencia en cuanto a lo que hacen con nuestros datos.