El Mercedes AMG One es el próximo superdeportivo de la divisional de la marca alemana. Su principal característica es que llevará un motor llegado de la F1.
El Mercedes AMG One, el hypercar de calle derivado del monoplaza que llevó en 2015 a Lewis Hamilton a conquistar su tercer título mundial de la Fórmula 1, sigue con su desarrollo, fase en la que la marca de la estrella se encontró con algunas dificultades a la hora de retocar la mecánica de competición. Mientras los ingenieros de este vehículo siguen trabajando para pulir detalle, se brindaron más imágenes de este deportivo en algunos videos.
Además de las pruebas sobre el terreno, Mercedes-Benz utiliza un sofisticado simulador para desarrollar el vehículo. Éste es capaz de recrear tanto ciudades como circuitos, y consta de una pantalla de nueve metros de ancho con resolución 4k.
Las primeras entregas a los clientes se van a producir, salvo nuevo retraso, a finales de 2021. Sólo serán 275 afortunados los que puedan guardar un Mercedes-AMG One en su garaje. Una vez que llegue al mercado, el Mercedes-AMG ONE tendrá un rival claro, el Aston Martin Valkyrie, otra joya aerodinámica que, sin embargo, apuesta por un motor V12 de 6.5 litros de origen Cosworth para su parte térmica para desarrollar un total de 1.176 caballos.
El Mercedes-AMG One que de momento se dejó ver presenta un frontal con tres detalles que sobresalen por encima del resto. El primero son sus agresivas ópticas led con diseño casi triangular. Por debajo de éstas se sitúa un paragolpes con un afilado splitter frontal y unas notables tomas de aire en color negro, mismo tono que lucen las salidas de aire que presenta el capó, divididas verticalmente para reconducir a su vez el flujo aerodinámico, solución que ya se ha visto en el Ford GT.
El Mercedes-AMG ONE cuenta con unos marcados pasos de rueda que da protagonismo a sus llantas de aleación, aunque sin duda las puertas con apertura tipo tijera se llevan todo el protagonismo en su vista lateral. A menos así debería ser de no existir una ‘aleta de tiburón’ con una notable toma de aire en su inicio, muy en la línea del F-Duct que se utilizaba en Fórmula 1.
Por su parte, su trasera plagada de tomas de aire para refrigerar el motor se caracteriza por unos faros reducidos a la mínima expresión. Dentro de la ‘parrilla’ que parece formar su zaga, sobresalen sus tres salidas de escape, todas ellas juntas y con una de tamaño bastante más grande que el resto. Por debajo, su trabajado difusor. Sin duda, la aerodinámica activa de este modelo es uno de sus puntos fuertes.
El Mercedes-AMG ONE, diseñado para tener un peso contenido con la utilización masiva de fibra de carbono, no se podía permitir tener un habitáculo lleno de lujos. De hecho, el interior se redujo a la mínima expresión, como si de un coche de competición se tratase.
Los acabado son bastante espartanos y en fibra de carbono. Destaca su volante, no muy lejano al que se utiliza en Fórmula 1, su cuadro de mandos en forma de pantalla a color horizontal y su segunda pantalla táctil, que servirá para dar datos sobre la aerodinámica y otros aspectos del vehículo.
El Mercedes-AMG ONE recurre a un motor turbo híbrido de 1.6 litros que proviene directamente de la Fórmula 1, concretamente del Mercedes W06 con el que Lewis Hamilton se proclamó campeón del mundo en la temporada 2015.
En un primer momento se había sugerido que tendría 1.000 caballos de potencia, pero ahora The Supercar Blog informa a través de una fuente interna de la compañía que será capaz de alcanzar los 1.200 caballos, posiblemente con algún mapa motor específico para circuito y de uso limitado en el tiempo.
Hasta esta última información, se había sugerido que el motor de combustión interna rondaría los 750 caballos y que el apartado eléctrico permitiría aportar unos 250 extras, combinando dos motores eléctricos en el eje delantero, otro en el cigüeñal y un cuarto a modo de turbocompresor.
El motor y la caja de cambios de ocho velocidades serán parte estructural del chasis monocasco de fibra de carbono y a una carrocería ultraligera de idéntico material. Gracias a todo ello, el Mercedes AMG One podrá alcanzar los 354 kilómetros/hora y acelerar de 0 a 100 en 2,5 segundos.
Se producirán 275 unidades del Mercedes-AMG ONE a razón de 2,75 millones de dólares cada una. Todas están vendidas a pesar de que los compradores tuvieron que cumplir algunos requisitos especiales. En primer lugar tenían que poseer ya un Mercedes-Benz, y en segunda instancia debían acreditar que usarán este hypercar de forma activa y que, por tanto, no lo iban a usar con fines especulativos.