El reconocido empresario Jorge Gómez es un apasionado de los autos de toda la vida, pero tuvo que trabajar mucho para llegar a darse ciertos lujos. Uno de ellos es poseer un Pagani Zonda.
Muchas veces para llegar al éxito hay que buscarlo incansablemente, para muchos no es obra de un día para el otro, algo que conoce muy bien Jorge Gómez. El empresario dueño de Rocker tuvo una infancia humilde donde no existía ni remotamente la posibilidad de tener un auto. Sin embargo, con el correr de los años las puertas se le fueron abriendo hasta llegar al punto de ser uno de los pocos argentinos que posee un Pagani Zonda.
New Driver dialogó con él para hablar de su fanatismo por las cuatros ruedas y la gran amistad que hoy lo une con el constructor de autos deportivos. Mirá a continuación lo mejor de la nota o en su totalidad a continuación:
¿Cómo arranca tu pasión por los autos?
Los autos me encantan, siempre me gustaron. De chico mi familia no tuvo auto y yo me volvía loco por los autos. Quería uno. El primer auto me lo compré a los 17 años y después fui cambiando. Durante mucho años tuve que priorizar el trabajo, en los autos andaba en lo que podía, pero después pasaron los años y nos empezamos a dar los gustos. Cumplí muchos sueños con los autos, lo máximo es el Pagani. Cada vez que lo pongo en marcha no puedo creer que ese auto sea mío.
Sos vos cuando estas arriba de tu Pagani…
Siiiii, ese auto me hizo llorar de felicidad. Tuve 3 Zonda. El primero tenía el récord en Nürburgring y era el auto personal de Pagani. Ese era gris con tapizado rojo. El segundo naranja y ese estuvo expuesto en el Salón de Ginebra y el tercero azul. Se me cumplieron muchos sueños.
¿Cómo comienza esa relación con Pagani?
La primera vez que nos encontramos me dijo que él hacía autos para multimillonarios y yo le contesté ‘No soy multimillonario, pero soy argentino’. Y ahí nace la compra del Pagani en cuotas, una locura. El momento justo, en el lugar justo. Lo soñé todo lo que pasó y se dio.
¿Qué opinión tenés de Horacio, al cual solés llamar El Capo?
Es un genio como diseñador, como constructor de autos y es un genio del marketing. Para mí es un caso de estudios, es un tipo muy completo. Hay muchos que saben de la parte técnica pero no en la comercial y él tiene las dos cosas, aprendió mucho en Lamborghini.
Vimos que le hiciste como 100 mil kilómetros al Zonda…
A los tres! Al que más le hice fue al naranja. A ese lo usé muchísimo por todos lados. Pero unas de las cosas que no me olvido es que al primero en Frankfurt lo tuve que dejar en la calle porque no podía levantarle la suspensión entonces lo dejé en la puerta del hotel, un inconsciente.
Sos un tipo al que también le gusta el arte…
Me gusta todo. Me gusta el arte, me gusta la joda, me gustan los autos, viajar, las joyas, todo (Risas). Y también me gusta mucho alentar a los emprendedores. También tengo a los artistas que me ofrecen de todo y descubrí muy buenos.
Tuviste una idea con capots pintados…
No fue una cosa pensada. Fui por el Porsche GT2 que había pedido y quería hacer algo especial, pensé en una tela primero y después de me ocurrió que sea en un capot de Porsche. Me salió repentino. Hice uno y después conocía a varios artistas importantes con los que hice 50. Una locura.
Y terminando exponiéndolos en el museo de Porsche…
Esa fue mundial. Vos soñas pero también tenés que hacer algo. Me fui al museo con el Zonda y yo quería que alguien me recibo porque ya había hecho algunas exposiciones en Argentina. Cuando llegué, estacioné el Zonda. Me recibió una mujer y me pidió que estacione el Zonda abajo porque iba a opacar a todos los Panamera (Risas). Pero antes que me suba al auto, la señora vuelve y me dice ‘Si quiere lo puede dejar’. Lo dejé ahí y sacaron los 5 Panamera que estaba en exhibición. Automaticamente lo llamé a Horacioy no lo podía creer.
Después de eso entré, me invitaron a almorzar, la verdad que me atendieron bárbaro. Al final, cuando nos íbamos, estábamos yendo al auto y vienen dos señores de traje negro. La señora me pregunta si les podía mostrar el auto. Entonces, se los mostré y ahí tenía un catálogo de la muestras del Alvear. Les quería dejar algo entonces se lo dejo, cuando uno de los tipos lo mira le dice a la señora que se le había ocurrido una idea. Le dijo ‘Qué bueno que sería exponer estos capots en el museo’. Me dijeron lo que quería escuchar. Me contactaron a los seis meses.
Se hizo dos años después y fue la primera exposición de arte en el Museo de Porsche.
Volviendo al Pagani, para vos es más que un auto, te lo vemos hasta tatuado en la piel…
Una vez le digo a Mariano Antonio, el de American Tattoo que es amigo, y le digo que quería hacerme un tatuaje. El me dice ‘Jorge, vos sos amigo de Horacio que te haga un diseño”. Entonces le escribí a Horacio. Entonces, me pregunto dónde, qué tamaño y 200 cosas más. Le mande todo y cada tanto lo jodía. Tardo 6 meses en hacerlo. Me llega y se lo mando a Mariano. Me lo hizo a los 6 meses. Estuve un año para hacérmelo (Risas). Son muchas historias, no es solamente el auto.
Y ¿Cómo se te ocurrió lo de la escultura de la mano de Horacio?
Fue una idea de Joaquín Arbiza. Un chico encontró un Toyota y me pidió si le podía preguntar a Horacio si había sido de él. Lo hice y me confirmó que era su primer auto serio. Pero Horacio no aparecía en el historial de los papeles. Había una época donde no se hacía la transferencia. Entonces como no figuraba este chico no lo quiso comprar y le pedí la data para comprarlo yo para Horacio. Lo compré por 200 dólares y le dije a Horacio ‘Lo compre para vos’ y me dice ‘¿Yo qué hago con esto?’ (Risas).
Entonces le dije a Joaquín y me dice ‘Pensé en la mano de Pagani’ porque había estudiado algo de sus manos. Y me comenta que se imaginó la mano de Pagani saliendo de la tierra, con un lápiz y dibujando la silueta del Zonda. Uh, me encantó. Entonces lo hicimos con la chatarra de ese auto que había comprado. Y con las chapas de ese auto las puse en el Museo y están firmadas por Horacio.
¿Es verdad que le pediste a Pagani un modelo exclusivo tuyo que sea JG?
Sí. Estoy anotado con el C10, el próximo auto. Estoy anota con el número 17, el tema es que ¿Cómo carajo voy a hacer para pagar ese auto? No se sabe ni cuánto valen (Risas). La tengo que decir a mi mamá que prenda velas, de alguna manera lo tenemos que lograr. O algún amigo que ponga la mitad de la guita. Estoy poniendo otra fábrica porque necesito guita para comprarme el auto (Risas). Yo pensaba en el Huayra JG, pero vamos a tener que hacer el C10 JG. Tengo algunos años para poder lograrlo. Soy un poco compulsivo.
¿Cuál fue la compra más compulsiva que hiciste?
Una heladera carnicera. Fui a comprar un matafuego y termine comprándola. No sabía ni cuánto valía pero la compre. Fue la primera vez que fui a una subasta.
Además del Pagani ¿Qué otro auto te gusta?
Mi corazón está con Ferrari, con Lamborghini. Ahora con un amigo nos pedimos una Mercedes Black Series. A mi museo vino el Presidente de Mercedes Argentina y le gané al metegol. Así que espero que me consiga el auto porque si no se pudre todo (Risas).
¿Cuáles tu próximo objetivo?
Estoy con muchas cosas de arte. Con Joaquín estamos haciendo el Zonda en monedas. Hace un montón porque es mucho laburo. Yo creo que va a ser su obra maestra. Flor me está haciendo una mujer con alas. Otra artista me va a pintar un capot pero no quiero decir qué es porque es una sorpresa para Horacio, es alguien que él quiere mucho. Me gusta mucho darle laburo a los artistas.