El Mercedes AMG GT Black Series terminó de ver la luz hace pocas horas y se confirmó que llevará el motor V8 más radical de la historia de la firma. Su diseño es también exclusivo y una aerodinámica muy avanzada.
La familia Black Series de Mercedes AMG se agranda con la llegada del nuevo GT. Este grupo de autos deportivos fue creado en el 2006 para reunir a todos los autos que están inspirados en el automovilismo de competición pero que están homologados para circular en la vía pública. Este vehículo promete 730 caballos de fuerza y la posibilidad de pasar de 0 a 100 en apenas 3,2 segundos.
Más allá de lo radical que es el flamante Mercedes AMG GT Black Series, tiene otros detalles que lo hace especial. Por ejemplo su diseño. Tiene una nueva toma de aire para el radiador y así desaparecer las tomas de los extremos delanteros del llamado morro. En tanto, la toma central ya cumple las necesidades de refrigeración del vehículo. Sí conserva un curado tratamiento aerodinámico para redirigir el flujo de aire hacia las ruedas, mejorando así la eficiencia del vehículo.
El morro cuenta con un splitter de fibra de carbono que el conductor puede configurar a discreción. En el modo Street, el splitter se repliega, pero al seleccionar Race, sólo apto para circuitos cerrados, se despliega para crear un pequeño difusor con forma de ala invertida. Resultado: más adherencia para el eje delantero y más paso por curva.
La zaga está dominada por un alerón trasero de fibra de carbono de dos planos. Es ajustable mecánicamente. El conductor también tiene a disposición una suerte de DRS, que permite variar en 20 grados la incidencia de uno de los flaps para reducir el drag y aumentar la velocidad punta.
Los flaps varían su comportamiento en función del modo de conducción seleccionado. Por ejemplo: con el modo Master, el flap del DRS se mantiene cerrado hasta los 250 kilómetros/hora. A partir de ahí, se activa automáticamente para optimizar la velocidad punta y se vuelve a cerrar cuando el conductor pisa el pedal del freno. El coche anuncia unos 400 kilos de carga aerodinámica a 250 kilómetros/hora.
El capot motor es de fibra de carbono y cuenta con dos grandes salidas de aire que extraen el aire caliente del motor y lo redirigen hacia el alerón trasero, aumentando así la carga aerodinámica global del vehículo. Los frenos traseros cuentan con refrigeración específica que nace de canales adicionales en los embellecedores laterales.
Los frenos cerámicos de alto rendimiento son de serie y lucen discos compuestos y pinzas de color negro con distintivo blanco. Los amortiguadores, controlables electrónicamente, pueden configurarse en modo Comfort y Sport para una circulación por vías públicas, y Sport Plus para circuitos para una suspensión más deportiva con menos confort. Terminando con la carrocería hay que destacar que el naranja es un color exclusivo.
El interior del Mercedes-AMG GT Black Series combina fibra de carbono con tapizado en cuero napa/microfibra Dinamica en color negro, con costuras de adorno en color de contaste naranja. Los asientos son de fibra de carbono. El volante, AMG Performance, está tapizado en microfibra Dinamica. Luce los distintivos AMG y Black Series. Las levas permiten un cambio deportivo manual e incluye botones Touch Control para controlar el cuadro de instrumentos con movimientos horizontales y verticales del dedo.
Los botones AMG permiten cambiar de modo de conducción y ajustar parámetros deportivos del vehículo sin apartar las manos del volante. El comprador puede solicitar el paquete opcional AMG Track, que incluye una jaula antivuelco de tubos de titanio, cinturones de seguridad de cuatro puntos y un extintor de dos kilos.
La pantalla del cuadro de instrumentos es de 12,3 pulgadas y la de la consola central, de 10,25 pulgadas. La consola central también incluye botones físicos con resistencia mecánica para actuar rápidamente sobre parámetros específicos del vehículo, como es el sistema de escape o el flap del alerón trasero, entre otros.
Y ahora sí, yendo a la mecánica, el Mercedes-AMG GT Black Series dispone de 730 caballos de potencia que nacen del motor AMG más potente de todos los tiempos, hasta que lo suceda el Mercedes-AMG One. Se trata de un V8 biturbo de 4.0 litros con un par máximo de 800 Newton metro.
El propulsor, denominado internamente M178 LS2, es una versión modificada del V8 biturbo que ya alimentaba modelos como el Mercedes-AMG GT 63 S 4-Matic, aunque en este caso gana 90 caballos de potencia y adopta un cigüeñal plano. Esto significa que su encendido alterna entre las dos bancadas de cilindros, mejorando la admisión y el escape. La secuencia de encendido es 1-8-2-7-4-5-3-6.
El AMG GT Black Series tiene una velocidad punta de 325 kilómetros/hora. Acelera de 0 a 100 kilómetros/hora en 3,2 segundos y rompe la barrera de los 200 kilómetros/hora en menos de nueve segundos. Consume 12,8 litros a los 100 kilómetros y emite 292 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.
El motor está conectado al eje trasero a través de una transmisión AMG Speedshift DCT 7G, de doble embrague y siete velocidades. Goza de unos límites de cambio más amplios para una mayor agilidad y rapidez en la respuesta, haciéndolo más apto para una conducción competitiva. Los distintos modos de conducción permiten ajustar la agresividad del cambio.
Se desconoce aún el precio que tendrá esta nueva bestia alemana, pero en poco tiempo más se develará.