Michael Jordan es el protagonista de la flamante serie de Netflix “The Last Dance”. El basquetbolista está considerado uno de los mejores deportistas de la historia y fuera de las canchas tenía una gran pasión por los coches de alta gama.

La cuarentena hizo que muchos se volcaran a ver distintas series en las diversas plataformas que hoy están disponibles. Sin dudas, de la que más se habló en los últimos días es de la novedad que lanzó Netflix llamada “The Last Dance”. Este documental, que está lanzando de a dos capítulos por semana hasta llegar a su total de diez, habla de la última temporada exitosa de los Chicago Bull, equipo de la NBA, con Michael Jordan a la cabeza. Justamente, el basquetbolista de Carolina del Norte está considerado uno de los grandes deportistas de la historia y un gran amante de los autos.

Ya de por sí en los dos primeros capítulos se lo puede ver a MJ manejando dos hermosos Corvette. Jordan estuvo vinculado a GM desde el principio de su carrera deportiva. En 1984, ni bien surgía en la NBA ya había firmado un contrato con la marca del moño por 200 mil dólares anuales, el 0,01 de la riqueza que hoy tiene acumulada. Esa relación siguió con el paso de los años. Pero el estadounidense no sólo manejó coches de Chevrolet, sino que lo hizo de varias marcas importantes. Eso sí, nunca estuvo atrás del volante de un Ford.

Las primeras imágenes que se conocen de Jordan con un Corvette es con un C4. Esa foto se la sacaron en la puerta de su casa en Chicago y él estaba apoyado en la parte trasera de este vehículo que era de color dorada y portaba la patente Jump 23. Años más tarde, se lo vio en dos C5. Uno de color rojo y otro negro, ambos pueden apreciarse en los primeros capítulos de “The Last Dance”.

Pero este modelo no fue el único que tuvo en sus manos de la familia de GM. También tuvo un romance con el Cadillac XLR. Tomó tanta relevancia esto que el propio presidente de la firma le entregó personalmente el auto a MJ.

Si te gustan los autos deportivos no podés no anhelar tener en algún momento de tu vida una Ferrari. Un lujo que pudo darse Jordan en más de una oportunidad. Se lo recuerda llegan al estadio de los Chicago Bull en 1992, antes de un partido muy importante de cara a la obtención del segundo anillo, a bordo de una 512 TR negra. Una rareza en eso tiempos ver a un vehículo de la casa de Maranello de ese color.

La 512 TR era la evolución de la Testarossa (otro coche que estuvo en las manos de basquetbolista). Ese auto también lo tuvo Diego Armando Maradona y del mismo color. De ella se fabricaron 2.261 unidades entre 1991 y 1994. Contaba con un motor V12 de 4.9 litros y 428 CV. Con el paso del tiempo, ya retirado, tuvo otra Ferrari en su poder y fue la 599 GTB Fiorano en color plata, una edición limitada de la que sólo se fabricaron 599 unidades. Poseía un impulsor V12 de 6 litros con 670 caballos de fuerza.

Otra marca que también atrajo siempre a Jordan fue Mercedes-Benz. De hecho, una de las primeras imágenes de MJ con un auto es en su etapa final en su carrera colegial con un SL 300 descapotable. Pero su preferencia con el correr de los años se volcó a los AMG, los autos de máximas prestaciones de la empresa alemana. Por eso, se lo pudo ver en algunas ocasiones con la CL65 AMG, un vehículo que se fabricó entre 2006 y 2010.

Pero también tuvo otros Mercedes más deportivos como por ejemplo el SL55 AMG, la versión más radical de la gama SL. Tiene un motor V8 con 493 CV. Y manejó en otras ocasiones el SLR 722 McLaren. Un vehículo que nació de la alianza de la casa británica con la marca alemana. Este vehículo es una de las ediciones especiales que se lanzaron en 2004 y posee un impulsor de 650 caballos. Sólo 1700 unidades se fabricaron.

Además, Jordan también cayó en las telarañas del irresistible e icónico Porsche 911. De este modelo tuvo varias versiones en su garaje: GT2 R5, GT3 RS 4.0 y el 911 Turbo. Todos estos son vehículos que rondaban entre los 400 y 700 caballos de fuerza.

Pero la lista no termina ahí. Hay uno más que tiene mucha importancia para el fabricante. Jordan realizó una publicidad hace varios años donde estaba sentado en un Aston Martin DB7 Volante. Este vehículo se convirtió en objetivo para el basquetbolista y cuando se retiró definitivamente adquirió uno. Esta compra le significó a la marca británica no caer en la ruina financiera gracias al impacto que tuvo.

Claramente Jordan es considerado uno de los máximos deportistas de la historia. Una verdadera bestia adentro de la cancha capaz de hacer 69 puntos como lo logró en 1990. Y esas mismas prestaciones buscaba a la hora de tener un auto en su casa. Está a simple vista con este lista de coches que le pertenecieron.