Hace algunas semanas, Peugeot lanzó la nueva generación del 208, un vehículo que cambió notoriamente en su fisonomía. New Diver tuvo la posibilidad de testear su versión Feline.
Unas de las grandes noticias que tuvo la industria automotriz en Argentina en un año duro vino, a causa de la pandemia, de la mano de la familia de PSA con el lanzamiento del nuevo Peugeot 208. Se trata de la segunda generación de este vehículo, el cual se produce en la plata de El Palomar bajo una nueva plataforma globar. New Driver pudo testear este vehículo de la firma francesa en su versión Feline, la tope de gama.
A la vista está su cambio estético que llama mucho la atención y le dan una impronta completamente distinta a su antecesor, el cual también tenía su encanto en el gusto personal. Este nuevo Peugeot 208 tiene una líneas mucho más redondeadas, una parrilla frontal bastante prominente. Pero también hay detalles para destacar. Uno es el acrílico negro que une las dos ópticas traseras y también las luces led en forma de “colmillos” de león que viene de serie en las versiones más alta y son optativas en las más bajas.
En cuanto a dimensiones hay que explicar que tiene 4,05 metros de largo (8 más que la anterior versión) y entre ejes hay una distancia de 2,54 metros. En cuanto a su atecesor es un centímetro también más bajo. A la hora de manejarlo su confort es realmente muy bueno dando, sobre todo en ciudad gracias a una suspensión más suave en la parte trasera.
Yendo a la mecánica, el motor es uno ya conocida por el grupo PSA y que viene en casi todas las versiones de este nuevo Peugeot 208. Se trata de un impulsor 1.6 de 115 caballos que ya se vio en otros vehículos de la firma. El único modelo que no tiene este impulsor en la Like, la entrada de gama, que posee uno 1.2 de 82 caballos de fuerza. Volviendo al motor del Feline, el mismo está acoplado a una caja automática Tiptronic de seis velocidades. En las demás opciones hay alternativas manuales y automática pero de cinco marchas.
En cuanto al consumo, gracias a este impulsor que es confiable y que recibió algunas modificaciones para un mejor rendimiento, hay que decir que gasta aproximadamente 10,3 litros en la ciudad cada 100 kilómetros por hora y 8,2 en ruta yendo a una velocidad de 130 kms/h.
Otra de las cosas importantes es la seguridad y en el 208 se trabajó mucho en eso. Todas las versiones tienen control de estabilidad y, al menos, cuatro airbags. En las opciones más altas se agregan dos en las ventanas. También tiene aviso de colisión, freno autónomo de emergencia, lectura de carteles de velocidad, aviso de cansancio del conductor, corrección de cambio de carril involuntario y adaptación automática del entorno, o sea un sistema con el que se prenden las luces altas de noche cuando no se detectan las de otros vehículos en un rango de 250 metros.
El interior también es realmente muy sofisticado con más detalles que llaman mucho la atención y lo hacen vistoso. Quizás el más simple de encontrarse en el techo panorámico. A su vez el tablero tiene la disposición i-cockpit con el instrumental por arriba del volante, el cual no termina en forma redonda para beneficiar la visión del tablero digital. La relojería y los distintos datos del vehículo, en la versión Feline, es 3D gracias a un reflejo que da esa sensación.
Si seguimos mirando el interior nos encontramos con una pantalla táctil muy fácil de usar y que está apenas inclinada para el lado del conductor para una mejor visión de quien maneja. Aunque también varias opciones se manejan desde el volante. La botonera para activar el aire acondicionado, balizas y algunas cosas más también es muy visual porque están instalados en forma de “pianito”.
Otras cosas para destacar de este nuevo Peugeot 208 que viene con climatizador automático, control de velocidad crucero, cargador inalámbrico para celular con inducción y sistema de detección de llave por aproximación. En cuanto al baúl hay que decir que tiene una capacidad de carga de 311 litros y debajo de la alfombra que se encuentra en él nos encontramos con la rueda de auxilio temporal.
El Peugeot 208 Feline nos brindó la posibilidad de recorrer la ciudad de Buenos Aires con un auto que llama mucho la atención, tiene buenas prestaciones y un muy buen confort a la hora de manejarlo. Quizás lo malo es que no tiene versión turbo, como otros vehículos del segmento, como por ejemplo el Chevrolet Onix. Pero hay que destacar por sobre todas las cosas que es un vehículo con fabricación nacional y en el tiempo en el que vivimos es algo muy bueno.