New Driver tuvo la posibilidad de probar la Chevrolet Tracker en su versión Premier. Un vehículo que cuenta con buena motorización, diseño, seguridad y conectividad. Mirá.
Desde hace tiempo que los SUV acapararon casi toda la atención de las terminales, quienes se volcaron a invertir en estos vehículos entendiendo que cumplían con las necesidades de todo tipo de personas. Fue así como se convirtió en uno de los segmentos más competitivos del mercado argentino. New Driver tuvo la posibilidad de tener en sus manos la Chevrolet Tracker, un vehículo que pegó un gran salto de calidad en diseño, motorización, seguridad y conectividad.
Para empezar, hay que contar que la versión que pudo testear este medio se trató de la Tracker Premier, la tope de gama que trae algunos detalles bastante particulares. Pero toda la gama se divide también con opciones manual de cinco marcha, automática de sexta y LTZ. Todas llegaron hace algunos meses atrás para sustituir a la Tracker que se comercializaba en Argentina desde el 2013.
Ahora sí yendo punto por punto de este auto hay que destacar su diseño exterior, el cual cambió rotundamente en comparación a la que se vendía tiempo atrás. La trompa de la Tracker es muy llamativa adoptando detalles de los vehículos deportivos de la marca, como por ejemplo el Camaro. La línea de cintura va de la mano de la frontal tomando algunos toques cromados, lo cual le da una buena apariencia.
Además, cuando se observa la parte trasera ahí también vemos que se trabajó mucho. La firma hizo hincapié en el coeficiente aerodinámico y eso también trajo como resultado una zaga con una terminación en punta que ayuda a lo pensado por la firma norteamericana. La llantas son de 17 pulgadas en esta versión Premier y de 16 es las más bajas. En todos los casos son dee aluminio.
Las dimensiones de esta Tracker actual cambiaron bastante con respecto a la del 2013. Se extendió en largo y ancho. Pero lo más importantes que creció en 1,5 su distancia entre ejes. Esto permite tener un mayor espacio interior que brinda comodidad, sobre todo para quienes viajan en la parte trasera.
A la hora de abrir el capot nos encontramos con un impulsor 1.2 litros turbo de 3 cilindros que eroga 132 caballos de fuerza y 190 Nm de par máximo, el cual empieza a funcionar tan sólo a las 2000 vueltas. Al leerlo parecerá un motor chico para las dimensiones del vehículo. Sin embargo, es para este lado donde todas las marcas están apuntando dando como respuesta con eficiencia, confiabilidad, potencia y bajo consumo. Este mismo impulsor se utiliza en todas las versiones.
Siguiendo con el recorrido de estra Chevrolet Tracker también hay que aclarar que su baúl creció en dimensiones y estos es un dato no menor. Ahora el mismo puede cargar 400 litros convirtiéndolo en uno de los más espaciosos del segmento. Quizás, la mala es que debajo del piso del baúl no encontramos con un neumático temporal con el cual se podrá circular como máximo a 80 kilómetros por hora hasta el arreglo del otro.
En el interior también hay muchos detalles que destacan a esta Tracker. El tapizado es todo de cuerina, hay una pantalla de 8 pulgadas que puede ser vinculada con cualquier dispositivo. Pero lo más importante de todo es que tiene wifi propio para 7 dispositivos distintos. Este SUV es una especie de antena móvil con la cual podes estar conectado a una antena que es 12 veces más potente que cualquier 4G que se pueda tener en un celular. A su vez, cuenta con el sistema OnStar que ya es utilizado en varios modelos de la marca.
En esta versión Premier también podemos contar con un techo panorámico muy grande con el cual se puede apreciar el exterior con una visión particular, además de poder aprovecharlo en los días de buen clima ya que se hable por completo como si fuera una venta. También traen cargador inalámbrico para celular. Las terminaciones interiores también son para destacar por detalles y por el material.
Otra cosa que hay para destacar de esta Tracker es todo lo bueno que se hizo en seguridad, algo clave hoy por hoy para comprar un vehículo. Tiene 6 airbags de serie (en todas las versiones), control de tracción, asistente de arranque en pendiente, alerta de colisión de emergencia (disponible entre los 8 y 80 kilómetros por hora) y cámara de marcha atrás.
En cuanto al funcionamiento, hay que remarcar que la marca utiliza la plataforma GEM para su fabricación, la cual apunta a los distintos mercados emergentes. Por tal motivo es tan robusta y a su vez a la hora de utilizarla nos damos cuenta, claramente, que tiene un buen poder de frenado. A su vez, a la hora de exigirla al doblar lo hace de gran manera, sin torcionar, no es ni subvirante ni sobrevirante.
Tiene una velocidad máxima de 180 kilómetros por hora. Puede acelerar de 0 a 1000 en 11 segundos con caja automática y en 10,5 con caja manual. A su vez, frena, aproximadamente, de 0 a 100 en 43 metros gracias sus frenos a disco en la parte trasera y a tabor en la trasera. Y en cuanto al consumo hay que decir que necesita 9,5 litros en ciudad para recorrer 100 kilómetros y en ruta 8,5 viajando a 120 kilómetros por hora.
Casi todos los puntos son destacables para este SUV que llega a Argentina desde Brasil. Quizás una de las cosas negativa y donde se involucionó en comparación a la de 2013 es que las actuales versiones no cuenta con tracción 4×4, simplemente 4×2. La anterior sí lo tenía. Sacando esto, que puede ser una herramienta muy útil ante eventualidades del camino, es un vehículo que ganó en motorización, diseño, conectividad y seguridad.