A partir de ahora el Papa Francisco podrá movilizarse con un nuevo papamóvil: el Toyota Mirai. La particularidad de este vehículo japonés es su propulsión a pila de combustible de hidrógeno.

Hace algunos días Toyota le entrego al Papa Francisco un nuevo papamóvil. El modelo con el que ahora se podrá trasladar el Sumo Pontífice es un Miral, el cual tiene como particularidad su motorización a pila de combustible de hidrógeno. La entrega de este auto fue un obsequio en el marco de la Conferencia Católica de Obispos de Japón y se realizó en Domus Sanctae Marthae, la residencia del argentino adyacente a la Basílica de San Pedro.

Toyota Mirai: El nuevo coche a hidrógeno del Papa Francisco

Este Mirai se trata de una de las dos unidades de este modelo que la firma nipona fabricó adaptadas exclusivamente para que el Papa Francisco las utilizase durante su visita a Japón en noviembre del año pasado. Previamente, fue donado a la CBCJ. El coche, estrictamente blanco, tiene una longitud de 5,1 metros y una altura de 2,7 metros incluyendo el compartimento sobreelevado en el que acostumbra a ubicarse Su Santidad en los papamovil durante los trayectos, para saludar los feligreses.

Toyota Mirai: El nuevo coche a hidrógeno del Papa Francisco

El Toyota Mirai aterrizó en 2014 y está propulsado por un sistema de pila de combustible de hidrógeno que le concede una autonomía cero emisiones de 500 kilómetros, en sintonía con la línea defendida por el Papa Francisco sobre el cuidado del medioambiente. De hecho, aunque sí es el primer coche de hidrógeno que recibe, no es el primer coche eléctrico que llega al Vaticano pues ya en marzo de 2017 aterrizó un Nissan LEAF, y en junio de ese mismo año, un Opel Ampera-e.

Toyota Mirai: El nuevo coche a hidrógeno del Papa Francisco

Otro de los valores defendidos por el jefe de Estado del Vaticano es la austeridad, algo que en el campo automovilístico dejó patente tras su llegada dejando sin uso el Mercedes Clase M serie W166. A partir de ahí, se lo vio con un Renault 4 de 1984 con 300.000 kilómetros, en un modesto Dacia Duster, a bordo de un Ford Focus de segunda generación, o incluso en bicicleta eléctrica, mientras auténticas joyas como un Ferrari Enzo o más recientemente un Lamborghini Huracán LP 580-2 de tracción trasera acabaron siendo subastadas.

No obstante, el precio de partida del Toyota Mirai dista mucho de ser un coche accesible y de comulgar con la mesura. En Europa, el coche de hidrógeno nipón parte de 80.000 euros, aunque por el momento solo se vende a flotas. ¿Cuál será el futuro del mismo? ¿Será la herramienta de movilidad del Papa o también terminará siendo subastado?