Alberto Fernández pierde credibilidad política por las desavenencias del ministro Ginés González García con Pfizer.

Ginés Gonzáles García, responsable de la cartera de Salud, está en la mira del presidente por su estrategia de negociación con la compañía farmacéutica de los Estados Unidos y sus últimas declaraciones, asegurando que la vacuna rusa Sputnik V no llegará a la Argentina en 2020.

Alberto Fernández se embarcó en la negociación con Pfizer por sugerencia de Ginés González García, aceptando la perspectiva del ministro de Salud y ejerciendo su poder para facilitar que Pfizer entregara millones de dosis de la futura vacuna contra el COVID-19 antes de fin de año. 

Pero por responsabilidad de González García en la negociación, la compañía farmacéutica de los Estados Unidos decidió privilegiar otros mercados en América Latina. A principios de julio, Fernández recibió en Olivos al gerente general de Pfizer, Nicolás Vaquer, y a Fernando Polack.

Alberto Fernández podría no cumplir con su promesa de vacunar a 300.000 personas antes de las fiestas
Alberto Fernández junto al gerente general de Pfizer, Nicolás Vaquer, y a Fernando Polack.

Polack, director científico de la Fundación INFANT, que está en contacto con Pfizer adelantó a Alberto Fernández que la Argentina había sido seleccionada para una de las pruebas técnicas de una posible vacuna del COVID-19. Luego de varios intercambios con Pedro Sánchez y Emmanuel MacronAlberto Fernández asumió que la única solución era comprar vacunas antes de su aprobación legal para escapar de la ola de demandas que cruzaría el globo de norte a sur.

La oferta de Pfizer aparecía con una solución probable, con la decisión empresarial de avalar pruebas técnicas en el país, y aplicó toda su decisión política por consejo técnico del ministro González García. Fernández envió y forzó la rápida aprobación de una Ley de Vacunas a la medida de las exigencias jurídicas de Pfizer. Esa iniciativa legal fue sancionada en la Cámara de Senadores a fines de octubre.

Pero la negociación con Pfizer se empantanó en las últimas semanas. La vacuna de Pfizer debe mantenerse por debajo de los 70 grados bajo cero, y Argentina no tiene infraestructura para mantener estable la vacuna de Pfizer en el conurbano, menos aún para organizar un traslado de millones de dosis al interior del país. Se necesitan aviones con sistemas a base de hidrógeno y voluminosas heladeras que mantengan las vacunas a – 70 ºC. Sin esta logística, la vacuna de Pfizer no se compromete a enviar sus vacunas.

Alberto Fernández

Sus representantes legales entonces plantearon al ministro de Salud que necesitaban una nueva protección jurídica ante la endeble infraestructura estatal de la Argentina. El Gobierno no puede garantizar que la vacuna llegue en condiciones técnicas normales a las provincias, por lo que Pfizer solicitó un nuevo contrato que estableciera las responsabilidades respecto a los daños físicos causados por la aplicación de una dosis que no se preservó por debajo de los 70 grados bajo cero.

Alberto Fernández no puede firmar ese contrato porque no tiene posibilidades de garantizar la estabilidad de las vacunas que se apliquen en Formosa, Jujuy, Salta o Santiago del Estero, por ejemplo. Fernández sabe a la perfección que seria un escándalo comprar 3 millones de vacunas de Pfizer que terminan destruidas porque se rompió la cadena de frío y ya no se pueden aplicar a los seres humanos.

“En la negociación se nos pidió una ley que les diera inmunidad, esa ley salió. Después, desde la casa central de Pfizer en EEUU decían que esa ley no era suficiente, que había que hacer una nueva ley, y además que el contrato no lo firmara yo sino el presidente; son condiciones un poco inaceptables”, dijo González García en conferencia de prensa.

La empresa Pfizer quiere otra iniciativa para deslindar responsabilidades respecto a la cadena de frío y desean la firma del jefe de Estado para tener mayor seguridad jurídica ante eventuales juicios penales. Por lo tanto, Ginés dijo que es poco probable que aterricen en Buenos Aires las 350.000 vacunas rusas que prometió Alberto Fernández para antes de navidad. 

Esa opinión de González García descolocó a la comisión oficial que está en Moscú para garantizar que las vacunas Sputnik V lleguen en tiempo y forma. “Nos sorprendió lo de Ginés. Aquí todos creemos que las vacunas llegarán como anunció el presidente”, aseguraron desde la capital de Rusia.