La clave de los contagios en el baby shower clandestino, fue la venta de alcohol en gel adulterado.

La Justicia local sospecha que las dos personas que iniciaron los contagios vendían alcohol en gel adulterado, entre otros productos satinizantes, y que gracias a eso se desataron las infecciones. Por este motivo el intendente Arturo Rojas dio marcha atrás con la flexibilización de la cuarentena y Necochea volvió a la fase 1 del aislamiento con 28 casos positivos confirmados de COVID-19 y 425 personas en situación de aislamiento.

Según una de las investigaciones, un hombre de 70 años – Ángel de C.- viajó de Necochea a Buenos Aires junto a su yerno a mediados del mes pasado para realizar una potencial compra de productos de alcohol y sanitizantes para revender aunque ni él ni su yerno contarían, en principio, con autorización para comercializar productos de este tipo. Según se estima, en Capital, el hombre mayor contrajo el virus, aunque tras ser dado de alta regresó a Necochea. Sospechan que Ángel de C. contrajo el virus en el Sanatorio Güemes donde permaneció internado algunos días tras sufrir una descompensación.

Ya en Necochea, el acusado rompió la cuarentena para juntarse con una mujer de 49 años llamada María Paula H, que sería la encargada de vender los productos a través de su cuenta de Facebook. Se cree que fue en ese contacto, en el que Ángel de C. le entregó los insumos para vender, donde la mujer también se infectó.

En medio de esto, se registró una denuncia en la Justicia del Colegio de Farmacéuticos de Necochea por la venta de un producto que ellos consideran de dudosa procedencia. María Paula H. a su vez fue la mujer que fabricó los souvenirs del baby shower que iban a celebrar el 23 de mayo una pareja de conocidos del barrio que después tuvo gran repercusión mediática.

La mujer de 49 años no asistió al evento, probablemente por ya tener síntomas compatibles con la enfermedad, pero en su lugar, fueron dos de sus hijos que viven en la misma casa que su madre y que ya confesaron que antes de asistir a la fiesta compartieron mate con María Paula, por lo que probablemente llegaron a la casa de la embarazada homenajeada ya con coronavirus.

En la fiesta de baby shower clandestino, donde se rompieron todas las normas del aislamiento social, preventivo y obligatorio, dispuesto por el Gobierno Nacional se juntaron cerca de 30 personas en un ambiente chico, sin guardar distancia entre ellos y la mayoría sin usar barbijo. Además, todos se llevaron a su casa el famoso souvenir que probablemente, aunque quizás sea imposible confirmarlo, llevaba impregnado el virus por haber sido confeccionado por María Paula H, estando ya contagiada y además compartieron mates.

La mujer además trabaja en un hogar de ancianos donde al menos hay una empleada y un adulto mayor infectado que se encuentra hospitalizado y luchando por su vida. Uno de los hijos de la mujer, que asistió a la fiesta, llamado Matías G. de 24 años, confesó luego ante el fiscal federal Juan Manuel Portela, que luego del baby shower compartió mate con sus compañeros de trabajo en el puerto local, lo que hizo que la municipalidad tuviera que extender aún más el rastreo de posibles infectados.

También se descubrió que se infectaron tanto la mujer embarazada como el bebé que nació este jueves 4 de junio y el padre del mismo. El municipio descubrió además que una de las invitadas al baby shower festejó su cumpleaños dos días después con una fiesta en su casa a la que asistieron al menos 10 personas.