La vacuna desarrollada por BioNTech y el laboratorio Pfizer arrojó resultados positivos contra el Covid-19.

La carrera mundial por llegar a encontrar la vacuna contra el coronavirus no descansa. Este miércoles la compañía alemana BioNTech y el laboratorio estadounidense Pfizer anunciaron resultados prelimares positivos en el proyecto que trabajan en conjunto para hallar una vacuna y que fue probado en 45 participantes.

Los datos corresponden a un ensayo cuyo objetivo era verificar que la vacuna no fuera tóxica y desencadenara una respuesta del sistema inmunitario para preparar al cuerpo ante el virus. Sin embargo, un número relativamente grande de participantes tuvo fiebre después de la segunda dosis. La vacuna experimental BNT162b1 “es capaz de generar una respuesta de anticuerpos neutralizantes en humanos a niveles mayores o iguales a los observados en sueros convalecientes, y lo hace a dosis relativamente bajas”, dijo Ugur Sahin, director ejecutivo de BioNTech.

El suero o plasma convaleciente se extrae de la sangre de personas que han sido infectadas con SARS-CoV-2 y que se han recuperado. Los datos preliminares corresponden a un ensayo llamado de fase 1/2 llevado a cabo en Estados Unidos, cuyo objetivo era verificar que la vacuna no fuera tóxica y desencadenara una respuesta del sistema inmunitario para preparar al cuerpo para resistir el virus.

Del mismo participaron 45 personas de 18 a 55 años, la mayoría de las cuales recibieron dos dosis de la vacuna con 21 días de diferencia o de un placebo, sin saberlo. La tecnología de esta vacuna se basa en el ARN mensajero, un código genético que se inserta en las células humanas para que produzcan anticuerpos específicos para el coronavirus.

Varias compañías ya han publicado resultados preliminares que indican que sus vacunas experimentales activan una respuesta inmune, después de la fase inicial de sus ensayos clínicos, es decir, en humanos. Veintitrés proyectos han comenzado estos ensayos, según la London School of Hygiene & Tropical Medicine, y varios ya han pasado a la segunda e incluso a la tercera fase, que consiste en inyectar la vacuna en miles o decenas de miles de voluntarios para ver si impide realmente el contagio.

La vacuna de la biotecnología estadounidense Moderna y la de la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca se encuentran entre las más avanzadas en ensayos a gran escala, así como varios proyectos de China, en particular el de la empresa CanSinoBIO, que ya ha obtenido la autorización para administrarla a soldados del ejército de ese país.