Ramos-Viñolas y De Miñaur festejaron en los ATP 250 de Gstaad y Atlanta respectivamente.

El georgiano Nikoloz Basilashvili se siente cómodo en el polvo de ladrillo de Hamburgo y lo demostró capturando por segunda vez consecutiva este ATP 500, derrotando en la final del torneo al ruso Andrey Rublev por 7/5 4/6 y 6/3 en un match intenso y parejo, donde Basilashvili fue muy superior en el set definitivo y terminó alzando el curioso trofeo (ver foto). El público hamburgués disfrutó de una final de buen nivel, por momentos electrizante, y ya le tomó cariño al doble campeón de su certamen, a pesar de haber eliminado en semifinales al local Alexander Zverev. El de Georgia no venía con buenas sensaciones, hasta aquí presentaba año discreto después de un gran 2018, donde se coronó también en Beijing, seguramente será un espaldarazo este logro para el último tramo del año.

El español Albert-Viñolas venía de alcanzar semifinales en Bastad, pero no venía con buenas vibras los últimos tiempos, y finalmente cortó la racha imponiéndose en el ATP 250 de Gstaad (sobre canchas de arcilla) sobre el sorprendente alemán Cedrik-Marcel Stebe (445°), con un marcador de 6/2 y 6/3 en una hora y 21 minutos. El catalán logró su segundo título desde Bastad 16’, tras una gran semana donde no perdió ningún set. Para el germano, a pesar de la derrota, fue una semana soñada, las lesiones lo retrasaron en el escalafón mundial y apuntará a mantener este tipo de rendimiento de acá en más. Stebe se transformó en el finalista de peor ranking desde el holandés Raemon Sluiter en Hertogenbosch 09’, que estaba 886°.

El tercer tenista en festejar un título el fin de semana es Alex De Miñaur, de 20 años, que se quedó con el certamen de Atlanta, categoría 250, que se juega en cancha de cemento y que inaugura la serie de torneos que desembocan en el US Open. El nacido en Sydney venció en el cotejo decisivo al estadounidense Taylor Fritz por 6/3 y 7/6(2), y suma su segundo trofeo de su corta carrera. El primero fue a principio de temporada en su ciudad de origen, después no tuvo grandes resultados, inclusive perdió en varias primeras rondas. El australiano volvió a demostrar en Atlanta que está para seguir creciendo y cumplir las expectativas, que son muchas.