El argentino se despachó con un póker luego de cuatro partidos en los que no había convertido.
Barcelona venció 5 a 0 al Eibar en el Camp Nou con cuatro goles de Lionel Messi y uno de Arthur Melo. Y si bien la victoria culé era esperable y Messi suele despacharse con andanadas de goles frecuentemente, los cuatro goles vienen a callar algunas voces que, preocupadas, hacían notar que el jugador no convertía desde hacía cuatro partidos.
El triunfo del Barcelona lo colocó al tope de la tabla, aprovechando la sorpresiva caída del Real Madrid en su visita al Levante por 1 a 0, con un golazo de José Luis Morales. Ahora el equipo de Messi mira a todos desde la cima y puede ir tranquilo a Nápoles para enfrentar al local en el partido de ida por los octavos de final de la Champions League.
Es que, como declaró José Luis Mendilibar, técnico del Eibar, lo extraño no es que Messi haya convertido cuatro goles en un partido sino que haya estado cuatro partidos sin meter ni siquiera uno. Las estadísticas del partido marcan que Leo remató cinco veces (todas al arco) con un porcentaje increíble de cuatro goles. Un fenómeno.
El martes será la primera vez de Messi en el San Paolo, el estadio que idolatró nada menos que a Diego Maradona. Parece increíble pero nunca jugó ahí. Los napolitanos podrán verlo de cerca y, tal vez, sufrirlo en carne propia.