El volante italiano jugó apenas siete partidos oficiales en el club de la Ribera y convirtió un gol. Además, dio por finalizada su carrera futbolística antes de retornar a su país.

Terminó el sueño del italiano Daniele De Rossi en el fútbol argentino, sueño que duró unos pocos meses y un puñado de partidos jugados, ya que anunció la recisión del contrato que lo ligaba a Boca Juniors, el club que había realizado el esfuerzo de traer al ex volante de la Roma de Italia de 36 años de edad. De Rossi anunció este lunes en una conferencia de prensa que se marchaba de nuestro país, para volver a su ciudad natal con el propósito de reunir nuevamente a su familia y continuar ligado al fútbol, ya que manifestó también el retiro de la actividad profesional, que supo abrazar durante más de quince años, siempre en la Roma y este poco tiempo en Boca Juniors. Lamentó no poder seguir ligado al club xeneize, al que le tomó cariño en estos meses en el que estuvo involucrado profesionalmente.

El aguerrido volante defensivo, campeón con su país en el Mundial de Alemania 2006, desmintió diferencias con la nueva dirigencia y con el nuevo entrenador, Miguel Ángel Russo, quien había declarado que tenía en los planes al italiano para la nueva temporada. Inclusive, comenzó la pretemporada juntos a sus (ex) compañeros y con el flamante cuerpo técnico, pero finalmente eligió marcharse, agradeciendo a la parcialidad boquense el trato dispensado con él y también a los que posibilitaron su arribo al elenco del barrio de La Boca, tanto al ex presidente de la institución, Daniel Angelici, como al ex mánager, su amigo Nicolás Burdisso, con quien compartió varias temporadas en el Calcio. De Rossi debutó con la casaca auriazul a mediados de agosto por la Copa Argentina, en el encuentro en que su equipo fue eliminado por penales por Almagro, que milita en el Nacional B, tras igualar 1 a 1 en el tiempo reglamentario, con gol de cabeza del propio itálico. Completó siete cotejos defendiendo al club argentino, rindiendo en buen nivel en líneas generales, pero por distintos motivos no pudo alcanzar la continuidad necesaria. El Tano le quitó veracidad a rumores que corrían sobre el estado de salud de su hija mayor, que se quedó en Italia, declarando que se encuentra en perfecto estado y que la extraña, eso sí, pero que no fue motivo de la recisión del vínculo contractual con la entidad ahora presidida por Amor Ameal, ganador de las últimas elecciones generales en Boca Juniors. Fin del periplo de De Rossi por el fútbol vernáculo, donde hubo más palabras que fútbol propiamente dicho, una pena por la calidad del ahora ex jugador, precedido de una vasta experiencia y con títulos en su haber.